Evangelio
Miércoles II de Adviento

Escrito el 07/12/2022
Agustinos


Música: Autum Prelude

En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Aprender de Jesús

En estas breves palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo hay algunas cosas que cuadran muy bien con aspiraciones de nuestro tiempo, con las aspiraciones de los hombres y mujeres de hoy: alivio y descanso del alma. Y es que en nuestra época tiene mucho protagonismo el cansancio y el agobio. Así que escucharemos con gusto decir a Jesús: «Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.” Nos atrae ese descanso del alma del que habla Jesús.

Podemos quedarnos ahí, y será verdad lo que nos anuncia… Pero si queremos abrirnos con fidelidad a su Palabra, y el adviento es un tiempo favorable para hacerlo, tenemos que dar cabida en nuestra vida a lo que dice a continuación. “Tomar el yugo”. Y eso nos gusta mucho menos escucharlo porque sabemos que el yugo pesa, somete… Pero es que no es cualquier yugo y tampoco se ha de cargar de cualquier manera para encontrar descanso del alma… que es una buena manera de nombrar la paz y el equilibrio. Hay que cargarlo con la mansedumbre y humildad de corazón que se aprenden de Jesús…

Es un aprendizaje que se da en la experiencia del seguimiento. Y solo le podemos seguir si él nos conduce: acercándonos a los demás como se acercó él; sin prejuicios, para ayudar y alentar… para sanar… Mirando la realidad como la miró él, sin etiquetas, descubriendo la mano de Dios guiando el mundo; amando como el amó, hasta la cruz… Así el Maestro moldea nuestro corazón a imagen del suyo y le hace manso y humilde. Solo así, la cruz que es el verdadero yugo es llevadera y ligera. Solo el amor, amor al estilo de Jesús, siguiendo los pasos de Jesús, trae alivio y descanso del alma.