Compartir es vivir

Publicado el 16/11/2022
Agustinos


Texto: Clara de Mingo
Música:  Bensound Cute

Compartir es vivir

Buenos días! Espero profundamente que estén bien, y que, desde la última vez que charlamos, hayan podido dedicarle un poco de tiempo a Dios, a ser mejores personas y mejores cristianos. Llega el invierno, y con ello, debido al tiempo, a los cambios "de humor" de las personas o la excusa que se ponga, nos volvemos más ermitaños, ¿no?

Las tardes de mantita y peli, que por una parte son, cuanto menos, reconfortantes, cálidas. Tumbado en el sofá, sin hacer nada, con la calefacción, una película y un cubo de palomitas. O no querer salir o ver a la gente por la lluvia; dejamos de ir a ver partidos, de quedar con los amigos. Y en cierto modo, es lo que nos quiere decir el Evangelio de hoy. Fijense que es uno de los que más me costó entender cuando era pequeña, porque sí, no les iba a mentir, yo habría guardado tambien el dinero. Mi error de planteamiento fue pensar que claro, el dinero no era mío, y si me lo entregaran en un sobre, la estrategia pasaría por intentar no tocar nada, no vaya a ser que cuando el dueño me pidiera su dinero hubiera pasado algo y tuviera menos de lo que me entregó para custodiar. Y ese fue mi pensamiento, hasta que un día en misa, un agustino comentó que no se trataba del dinero en sí, sino de los dones, de no ser egoísta. Muy parecido a la parábola de la lámpara en Lucas 11, 33: "“Al encender una lámpara nadie la pone en oculto ni debajo de un cajón sino sobre un candelero para que todos los que entren vean la luz". Pues de la misma forma, nadie debería guardar para sí sus talentos, los dones que Dios le ha dado, para esconderlos dentro de uno mismo. Hay que compartirlos, dejar que crezcan, que calen en las personas, que se vivan en la comunidad. Porque, si no los compartimos, ¿para qué sirven? Para derrochando y malgastarlos. Sí, tienes los mismos dones que te di, pero no los has usado. Entonces, ¿por qué los tienes? Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez. Al que tiene se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Señor, que sepamos aprovechar los dones que Tú nos das. Que seamos generosos y que no dudemos en compartirlos con las personas que nos rodean. Que sepamos compartir nuestras "onzas", y no nos las guardemos por miedo. Amén.