La fe de una Madre

Publicado el 07/12/2022
Agustinos


Texto:  Agustín Alcalde, OSA
Música:  Bensound  Adaytoremember

La fe de una Madre

Mañana celebramos la Inmaculada. Fiesta casi exclusiva de España especialmente especial para los que creemos, los que tenemos fe.

Al recordar a María y pensar en la virtud más noble que podemos asignarla yo creo que es LA FE. La virtud de la fe. La virtud se define como un bien, un bien en acción, algo positivo; se puede concretar como la “cualidad moral que se considera buena” o “la disposición habitual para hacer el bien”. El mejor Bien que nos ha legado María como si fuera su gran regalo que recibiéramos en el testamento final entre nosotros, es su “SI”, su sí dicho a la oferta de Dios de ser madre.

Pensemos en nosotros mismos: Decimos muy a menudo “Ave María Purísima” o invocamos a la “sin pecado”, la Inmaculada, la Limpísima, la llena de gracia… ¿Cuándo la destacamos por su fe inquebrantable, hecha de silencios y tantas esperanzas en Jesús como le permitió su amor? Pocas veces.

Sin embargo, es su fe la que ya desde la concepción la marcó para siempre. Si Dios es fiel, María es la fiel, la madre fiel, la llena de fe, de fidelidad.

Cuando tenemos que defender la vida a toda costa y contra muchos, la vida de los no nacidos y sí concebidos, ¿qué vida es la que se destaca sobre todas?: la vida en Dios, la vida por Dios, la vida con Dios, la vida para Dios… la vida desde la fe. Sin ella la vida humana será temporal y frágil, cargada de dolor a veces, de alegría escasa otras.

Por eso la fe, la fe llevada en el corazón permanentemente, es la fe de María… Podríamos llamarla en María la fe perdurable, dada por Dios, y desde ese mismo momento suya para siempre, desde la concepción.

Tenemos, así pues, ente nosotros la Fe de madre que se pone “en camino” para acompañar a su prima, para aprender de ella a vivir como madre una vez que ella es maestra de fe para vivir, como captó inmediatamente Isabel al abrazarla y sentir el latir de su hijo llena de gozo.

AVE MARÍA… MADRE, LLENA DE FE, cuida nuestra fidelidad… siempre.