Permaneced en mi amor

Publicado el 22/05/2025
Agustinos

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Texto:  Maximiliano L. García Pelayo

Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia

 

"Permaneced en mi amor" 

Buenos días.

Hoy 22 de mayo nos despertamos con una invitación directa de Jesús en el Evangelio: “Permaneced en mi amor” (Jn 15, 9). No es solo un bonito deseo, ni una frase inspiradora para empezar bien el día. Es una propuesta de vida. Jesús nos recuerda que su amor es el reflejo del amor del Padre, un amor fiel, que no falla, que acompaña, consuela y transforma. Y nosotros, como cristianos, estamos llamados no solo a recibir ese amor, sino a permanecer en él y a compartirlo con los demás.

En este tiempo pascual, donde seguimos celebrando la resurrección de Cristo, Jesús nos dice que, si guardamos sus mandamientos —que no son normas frías, sino caminos de vida—, su alegría estará en nosotros, y nuestra alegría será plena.

Hoy también celebramos la memoria de Santa Rita de Casia, una mujer de corazón agustiniano que vivió profundamente este evangelio. Santa Rita es conocida como la “santa de lo imposible”, porque su vida estuvo llena de situaciones difíciles, incluso dolorosas: un matrimonio complicado, la muerte trágica de sus hijos, y después el ingreso en el convento, donde siguió encontrando desafíos. Pero en cada etapa, supo mantenerse unida a Cristo y amar, incluso cuando el mundo le decía que era imposible hacerlo.

Santa Rita no fue famosa en vida, ni hizo milagros espectaculares. Pero vivió desde el interior, desde el amor fiel y la confianza en Dios, y eso la convirtió en luz para muchos. Como María, vivió la esperanza cuando parecía que todo estaba perdido. Como San Agustín, buscó a Dios en medio de las dudas y el sufrimiento, y lo encontró dentro de sí misma, en lo profundo del corazón.

El lema agustiniano de este mes, “Con María vivimos la esperanza”, se hace realidad en personas como Santa Rita. No se trata de una esperanza pasiva, de cruzarse de brazos y esperar que todo se solucione solo. Es una esperanza que se convierte en acción: en perdón, en reconciliación, en búsqueda del bien, incluso cuando cueste, de permanecer en el amor.

 

Oremos juntos:

Señor Jesús, gracias por recordarnos que somos amados con el mismo amor con que tú has sido amado por el Padre.

Gracias por ese amor que no falla, que no pone condiciones, que permanece siempre.

Queremos vivir desde ese amor, permanecer en él, y hacerlo vida en nuestras palabras y acciones.

Hoy te pedimos, por intercesión de Santa Rita, que sepamos amar incluso cuando cueste, que perdonemos incluso cuando duela, y que nunca perdamos la esperanza.

Como María, queremos caminar contigo, confiando, aunque no entendamos todo.

Como San Agustín, queremos buscarte y encontrarte en lo más profundo de nuestro ser.

Y te pedimos también por el Papa León XIV. Que tu Espíritu le guíe, le fortalezca y le dé sabiduría para pastorear a tu Iglesia.

Que su corazón de agustino recuerde siempre que tú eres la Verdad, la Belleza y el Amor. Y que, con su testimonio, nos ayude a todos a vivir con alegría, unidos en tu amor.

Amén.

¡Buenos días!