Texto: Aurora Sanz
Música: Bensoundcute
Fuente de alegría
Buenos días,
Estamos dando estos días nuestros primeros pasos en el nuevo curso y seguro que cada uno de nosotros ya ha escuchado o leído en más de una ocasión el lema del mismo: “Somos Comunidad”.
Los humanos estamos biológicamente programados para conectar. Interactuar con familia y amigos es tan esencial como la comida, el agua y el sueño. Además, ya sabemos que nuestra fe se vive en comunidad. Esto choca frontalmente con algunos datos que he leído en un artículo hace unos días, principalmente por el mal uso de la tecnología. Os detallo algunos ejemplos:
- Adictos a YouTube y TikTok, casi la mitad de los adolescentes estadounidenses están en línea casi constantemente. Hay estimaciones que indican que el tiempo que los niños pasan con amigos se ha reducido a la mitad. Literalmente la infancia y la adolescencia se vive a través de una pantalla. Es una pandemia.
- La soledad afecta a casi una de cada seis personas en todo el mundo, contribuyendo a 100 muertes por hora. El impacto en la salud es enorme —la soledad es tan mortal como fumar 15 cigarrillos diarios. El aislamiento social reduce la productividad, aumenta la rotación laboral y aumenta el gasto en salud. En España, el impacto económico equivale al 1,2 % del PIB.
- Según este artículo, los hombres son especialmente vulnerables. Las sociedades más inestables y violentas tienen algo en común: una gran cantidad de jóvenes solitarios. Y en la actualidad estamos produciendo millones de ellos a una velocidad creciente. Un estudio alemán vinculó recientemente la soledad con posiciones políticas autoritarias y teorías conspirativas. Con esto el mal no acaba en la soledad no deseada, sino también nos lleva a la división y el enfrentamiento.
- Aunque nos parezca lejano, millones de mujeres chinas buscan compañía descargándose “novios” digitales con inteligencia artificial. Además, casi tres de cada cuatro pedidos de comida en EE. UU. no se comen en el restaurante. En Gran Bretaña, los emblemáticos pubs, el lugar donde se ha socializado en ese país por antonomasia, cierran a una tasa de uno al día.
La vida debe vivirse, aunque sea compleja. Como escuché a un profesor de mis hijos: “La vida mancha”. Hay que salir al ruedo y si nos manchamos, pues ya buscaremos un buen detergente o mejor, alguien que nos ayude a lavar o nos enseñe cómo hacerlo. Vivir en comunidad es fuente de alegría, de sorpresa, de aleatoriedad. Aunque se puede dar testimonio en redes sociales, para anunciar el Evangelio y para hacer visible el Reino de Dios es necesario relacionarse en el mundo real. Porque no caminamos solos, vamos de la mano. Como dice el proverbio africano: "Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado."