Bendice alma mía al Señor

Publicado el 30/06/2025
Agustinos


Texto: José Joaquín Ojea
Música: Walk in the park

Así comienza uno de mis salmos preferidos. “Bendice alma mía al Señor”. Este salmo es una oración, que puedo hacer y hago mía…”Bendice alma al Señor y no olvides sus beneficios”. No puedo más que dar gracias a Dios por todo lo que me ha dado, por todo lo que me da, y por todo lo que me va a dar. ¿Qué es lo que te ha dado Dios para que tu alma lo alabe?

El propio salmista recoge algunos de esos momentos:

  • “Él perdona todas tus ofensas”. Revisa los momentos en los que voluntariamente te has alejado de Dios, y revisa cómo Dios te ha perdonado.
  • “y te cura de todas tus dolencias”. Revisa tus momentos de enfermedad, de traumas y cómo con la ayuda de Dios los has superado
  • "Te colma de gracia y de ternura": el salmista siente a Dios, siente su bondad y providencia a cada paso, ve colmada su vida con la bendición y la ternura de su Dios.
  • "Sacia de bienes tu vida": todo es don de Dios, todo viene de su mano, y con la abundancia que colma la vida y el corazón. ¿Ves todos los dones con los que te regala tu existencia?
  • "Renueva tu juventud como un águila": el águila es símbolo de juventud por su potencia y por la fuerza y vigor que manifiesta con su volar ágil y dominador.

Después vienen unos versículos maravillosos, donde el salmista pone de manifiesto la bondad y el inmenso amor de nuestro Dios con nosotros:

“El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor; si se querella, no es para siempre, si guarda rencor, es sólo por un rato. No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras ofensas. Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen. Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas. Como la ternura de un padre con sus hijos es la ternura del Señor con los que le temen.”

Finalmente, el salmo nos invita a alabar a Dios. “Bendigan al Señor todos sus ángeles, héroes poderosos, […] Bendigan al Señor todos sus ejércitos, sus servidores […]Bendigan al Señor todas sus obras, en todos los lugares de su dominio.”

Y cierra el salmo con una exclamación, como un grito de alegría desbordante después de esta oración liberadora, rompedora de ataduras, como si de un hombre nuevo hubiese brotado de la frescura de este salmo. “¡Bendice, alma mía, al Señor!”

Que en este día, no dejemos de bendecir a Dios, bendecirle por su gran amor, por todo lo que nos da, por su ternura y compasión, porque Dios no puede sino darnos su amor. ¡Buenos días!