Texto: P. Juan M. Paniagua M., OSA
Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia
¡Buenos días!
Teniendo hoy en primer plano en el calendario a Santa Margarita María de Alacoque, podemos comenzar nuestro día en sintonía con el Sagrado Corazón de Jesús, que en el siglo XVII se aparecía a esta monja de la Orden de la Visitación de Santa María en Paray-le-Monial (en la Borgoña francesa), donde hoy se alza una hermosa basílica del Sagrado Corazón.
Los textos que nos ha dejado y que ponen un hermoso mensaje en boca del mismo Jesús, en dichas apariciones, nos sirven para meditar el gran misterio de Amor de Dios hacia la humanidad:
“He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud.”
"Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en él las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía".
En estos mensajes Santa Margarita pudo poner en marcha su buena voluntad de servir a Dios difundiendo esta gran devoción que hoy sigue tocando muchos corazones para llamarles a la conversión y acercarles al Amor de Dios y al compromiso con los hermanos.
Y ahora nos toca a nosotros difundir tan gran devoción y hacer con nuestra vida que este inmenso Amor de Dios expresado en el Corazón abierto de su Hijo Jesús, se siga extendiendo por todo el mundo y podamos cambiar, a mejor, el ritmo de nuestra sociedad.
Y puestos a imitar a santa Margarita, no nos olvidemos del gran amor que profesaba al Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Que estas preciosas oraciones de Adoración Eucarística que hoy florecen en nuestras iglesias y capillas hagan arder aún más el gran Amor de los Amores: el amor de Dios a la humanidad, manifestado en su Hijo Jesús y en su Sagrado Corazón.
¡Muy buenos días!