TÍTULO: CONCORDIA Y CONCORDIS
AUTOR: AGUSTÍN ALCALDE, OSA
Hace unos meses, en la página 3ª de ABC, Ernesto Baltar, profesor universitario de filosofía hablaba de “CONCORDIA”, definiendo a D. Julián Marías (1914-2005) como el que mejor ha comprendido la realidad que hoy vivimos; una filosofía abierta a las circunstancias actuales, abierta a la realidad.
Habla ahí del entusiasmo que mantiene la lealtad a unos principios con una apuesta inequívoca por la verdad. Y anota que se puede ser ingenuo desde la bondad de quien se basa en la evidencia que incluye también “dejar ser a los demás, comprender realmente sus puntos de vista, admitir que pueden tener razón”.
Julián Marías hablaba de entenderse con los que discrepan y eso es sana política. Tanto la libertad como la concordia son para él consecuencia del descubrimiento y aceptación de la verdad. Por eso concordia no es sólo un acuerdo y mucho menos una discordia. Tal vez esto sea lucidez.
Hace unos 30 años se editaba un boletín de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de España (o Provincia Nueva) con el nombre “CONCORDIS” -algo nuevo y extraño para el castellano-. Era el año 1992; 20 años duró el mismo y se editaron de manera ininterrumpida 88 números, hasta el año 2011. Quién eligió ese título -el secretario provincial- tuvo en mente esa concordia antes enunciada de Julián Marías al utilizar el caso genitivo que “expresa la relación o posesión o pertenencia o la materia de que está hecha una cosa”, como lo define el diccionario.
Se suscitó en los miembros de la Provincia Nueva un debate interno que tal vez no captó la lucidez de resumir con el genitivo, la acción y todo lo que se presentaba como historia o vivencia llena de acuerdos, proyectos, esperanzas… comprender y aunar diferentes puntos de vista.
¿Se estaba pensando, con discreción, en las palabras de San Agustín que aparecen al comienzo de su Regla (nº3)? Ciertamente el texto: “tened una sola alma y un solo corazón en camino hacia Dios”, citando a los Hechos de los Apóstoles (4,32) estaba hablando de concordia, algo que el mismo San Agustín lo explica y transforma en oración en sus Confesiones (12, 30,41): “Que tu verdad haga nacer en nosotros la concordia”.
La Concordia sigue siendo, en 2022, una necesidad en la convivencia real, pero algo urgente y utópico hoy mismo y por eso “concordis” es la forma de ponerla en práctica.
BUENOS DÍAS.