Texto: Curri Ruiz
Música: Bensound cute
Buenos días,
La verdad es que el mes de mayo es un buen mes para mí, me gusta mucho.
Es el mes de María, son las fiestas del cole de mis hijos, (¡
por fin tenemos fiestas después de estos dos años de pandemia! ) empieza a hacer buen tiempo, cumple años uno de mis hijos Y además es el mes de las primeras comuniones. Me encantan y me emocionan siempre. Ya se va pasando el invierno que se me hace tan largo y me siento más optimista.
Rezo para que los niños que hacen la primera Comunión, ya sean sobrinos y conocidos o mis niños de catequesis, reciban al Señor cada vez que comulguen con la misma inocencia y el mismo amor que lo hacen ese día. Esa mezcla de emoción, nervios, alegría e ilusión es irrepetible, pero el amor y ser conscientes de lo que se hace si puede crecer, debería crecer de hecho. Ya sé que es una petición difícil, pero por pedir que no quede.
Y escribiéndolo aquí, me pregunto: ¿Cómo le recibimos nosotros los adultos, los que acostumbramos a comulgar?
¿Nos preparamos suficiente? ¿Comulgamos conscientes de lo que estamos haciendo? ¿Con la concentración necesaria? ¿O lo hacemos un poco con la monotonía del que hace una cosa habitual, por inercia?
A mí a veces me pasa, que tengo alguna tormenta en la cabeza y no soy capaz ni en ese momento de calmar la cabeza y centrarme en lo que estoy haciendo y es una pena.
Cuando consigo estar en lo que tengo que estar, centrada, pidiendo por los que más quiero y dando gracias, es una maravilla. Conseguir estar un rato a solas con el Señor es un lujo. Y lo podemos tener cada vez que queramos y en el momento de la Comunión con más intensidad.
Lo voy a intentar con más fuerza. Cada vez.
Buenos días