Praylist

Publicado el 21/04/2025
Agustinos


Texto:  Quique Infamte
Música: Acousticguitar

Algunos tenemos la cabeza para que no se nos llene el cuerpo de agua cuando llueve. Estamos a mil movidas y nos despistamos; nos olvidamos de las cosas y estamos siempre en cuatro o cinco sitios a la vez.

 Así, nos tenemos que buscar pequeños trucos y técnicas para no olvidarnos de las cosas importantes. Y ya, pasados los 50, ni siquiera nos vale lo de cambiarnos el reloj de mano, porque al despertarnos en el “Día D” nos pasamos un buen rato intentando recordar por qué el reloj ha amanecido cambiado de sitio.

Desde los tiempos de la pandemia del COVID, donde todos agudizamos el ingenio de mil maneras, y cuando, por desgracia, había tantos temas por los que rezar, en mi familia establecimos una práctica que funciona realmente bien: la creación de una Praylist (con R, de “pray”, de rezar).

 Se trata de algo tan simple como abrir una pequeña nota en el móvil -o en un papelito, quien sea capaz de recordar dónde lo ha dejado- y apuntar el nombre de las personas, las intenciones o las inquietudes por las que uno no quiere olvidarse de rezar. Los nombres y temas irán apareciendo y despareciendo de la lista cuando esos rezos sean puntuales; o aparecerán o desaparecerán en un solo día cuando sean aniversarios o fechas señaladas.

Es muy reconfortante recibir un mensaje, una llamada, un pequeño guiño de amistad y compañía en esos días en los que algo (bueno o malo) ocupa tu cabeza. Saber que alguien se ha acordado de ti, aunque sea con la ayuda de una chuleta, y te acompaña desde sus rezos en ese tema que para ti es tan importante.

 Y hay una segunda Praylist, la de los cumpleaños y aniversarios. Una costumbre que heredé de mi padre y sus estupendas y puntillosas agendas. Es una práctica preciosa que hace que, además de felicitar a las personas el día de sus fechas importantes, te asegures de que estás rezando por tus amigos, de manera personal, al menos una vez al año. Así que ahora ya sabes que cuando recibas un mensaje por Whatsapp lleno de corazoncitos, matasuegras y tartas en el día de tu cumple, hay una persona que nada más levantarse, ha mirado su calendario, se ha acordado de ti, le ha dado gracias a Dios por haberte puesto en su vida y le ha pedido que te siga cuidando un año más.

 Hoy, 21 de abril, lunes de Pascua, y abusando que firmo yo esta carta, aprovecho para felicitar en público a mi abuela Amparo, que me guarda mesa en el Cielo desde hace años, a mi ahijado Guille, a mi sobrina segunda María, a mi compañera de trabajo Sofía y a mis compañeros del cole Paredes y Adolfo. ¿Veis como es imposible que una cabeza como la mía se acordase de todos ellos? Pues que sepáis que a todos os he encomendado con especial cariño en el día de hoy.

 Y también a los que andáis camino de Florida; a unas cuantas madres de amigos que los estáis pasando regulín de salud; el hermano de mi amiga, que no ha tenido un buen pronóstico; una colección de frikis a los que os esperan crueles exámenes y entregas; amigos que arrancáis andaduras profesionales espectaculares; abuelos que esta semana celebráis aniversarios de operaciones exitosas; o hijos que festejan su aniversario de la Primera comunión.

Todos formáis parte de mi PrayList. ¿Quién está en la tuya de hoy? Anda, saca un boli o el móvil y apunta, que no tienes tú las neuronas tan ágiles como te crees.