Trabajo y Flores

Publicado el 01/05/2025
Agustinos


Texto:  P. Juan M. Paniagua Miguélez, OSA

Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia

Buenos días.

Comenzar el mes de mayo nos lleva, si miramos a la sociedad, a recordar el día internacional del trabajo; detrás de esta expresión y de este movimiento social para el mundo religioso esta sin duda la figura de San José al que apellidamos como “obrero”. Por eso vamos a poner en manos de San José a todas las personas que no tienen trabajo para que encuentren un empleo digno y estable; y a todos los que ya tienen un trabajo para que les sirva para el crecimiento como personas y el sostenimiento de su familia. Pero todo esto puede ser una ingente tarea y una gran labor solo para San José; por eso aprovechamos que iniciamos este mes florido de mayo y nos ponemos en manos de quien lo puede todo, de nuestra madre la Santísima Virgen María, la Madre de Dios. Y de esta forma comenzamos también el mes de mayo mirando a la Iglesia, mirando a nuestro corazón de creyentes, mirando a nuestra Madre; así por todo esto denominamos a este mes de mayo el mes de María. Y con ella tenemos la primera celebración de su homónima, nuestra madre de la tierra: el día de la madre. De esta forma podemos recordar esa canción infantil que sin duda se nos viene a la mente: “tengo en casa mi mamá, pero mis mamás son dos: en el cielo está la Virgen que es también mamá Dios”. Y tras esta verdad teológica de nuestra popular devoción continuamos con el estribillo también muy contundente: “las dos me quieren a mí, las dos entregan su amor, a las dos las busco y las llamo, y a las dos las quiero yo”. Y, puestos a recordar canciones del pasado, en este tema no puede faltar el clásico “Venid y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que Madre nuestra es”. Ahora bien si entramos en profundidades, nada como el clásico que resume la idea de una madre, de la mejor madre del mundo, que no es otra idea que la del mismo Dios donde la seguridad de su amor y misericordia por sus hijos no tiene límites; esta idea en canción de la Virgen queda perfectamente expresada en: “Hoy he vuelto", donde al igual que en la parábola del hijo pródigo o del padre bueno vemos en el rostro femenino de Dios, a través de una madre, todo lo mucho y bueno que vivimos cuando aún nuestra alma gozaba de inocencia: “Cuántas veces siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba…” y “al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas…”, y por todo ello “Hoy he vuelto Madre a recordar cuántas cosas dije ante tu altar, y al rezarte puedo comprender que una Madre no se cansa de esperar”.

Que nuestro mejor trabajo, en el día de la madre, durante todo el mes de mayo y durante toda la vida, sea este: mantener viva la llama del amor y el cariño, de nuestra madre de la tierra y de nuestra Madre del cielo.

¡Muy buenos días!