“El que la mujer fuera hecha de la costilla del varón, da bastante a entender la estima grande en que debe tenerse la unión entre el marido y la mujer. (XII, 27, 1)
¿Goterón precursor de la tormenta?
Sin fraguarse la arcilla de tu ser
viniste a nosotros, valiente intrépido.
Anhelas humanarte plenamente
para habitar el valle al que has venido.
La esperanza y encanto que te adornan
son alas de poesía.
Trasciendes el perfume de las flores
sin temer que el otoño las marchite.
Tu ardiente corazón, aunque pequeño,
irradia calor filial
avivado en regazo de la madre
que no teme las sombras de las penas.
Tu instinto natural presiente el triunfo
como hábil marinero que en borrasca
enfila decidido al puerto.
Tú ya ves el fanal, envuelto en niebla,
y sabes que es experto el timonel.
No dudes, no, esperado prematuro;
en tu vida brillará la luz.
Nazario Lucas Alonso