“Glorificar a Dios vale lo mismo que darle gracias. Y, verdaderamente, ¿hay algo peor que, siendo criado a imagen de Dios, serle a Dios ingrato? (Sermón 126, 6. VII)
Hoy el cielo me ha brindado
banda azulada y morada
sobre tenue nube cárdena.
Mi pensamiento, extasiado,
medita en la maravilla
de las nubes y el color.
Y me pregunto enseguida:
¿Quién ha sido su pintor?
¡Oh pequeñez del humano!
¡Grandeza del Creador!
Nazario Lucas Alonso