María y los dedos de una mano
Texto: P. Isaac Estévez, OSA
Dios quiso contar con una madre, la virgen María, madre de la Iglesia, madre de toda la humanidad, por algo sería.
Al hablar de María hoy quiero que pienses e imagines una mano. ¿Recuerdas ese dicho popular que dice mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo?
Pues mira tus manos ahora, Abre tus manos, mira tus dedos.
Observa el dedo pulgar, Él más cercano a ti. Piensa en tus seres queridos, los más cercanos a ti. María es el sol para los cristianos, sol que siempre calienta e ilumina a todos los creyentes.
Mira el dedo índice, María, como todas las madres, tiene ese sexto sentido para ayudar, para intuir y aconsejar siempre bien. Déjate orientar por María.
Mira el dedo corazón, María es todo corazón, el corazón del mundo, el corazón que siempre ama. María te ama.
Observa el dedo anular, es el más débil, María es nuestro consuelo en la debilidad.
¿Y Cuál nos queda? El Dedo meñique, el pequeño, parece poca cosa pero sin él…María es nuestra fuerza en la flaqueza.
María es sol, consejo, corazón, consuelo, fuerza.
Gracias María por ser la mejor creación de Dios.