A todos los fallecidos

Publicado el 23/08/2021
03:10 min. | 40 visualizaciones

1

 

 

 

 

Título: A todos los fallecidos

Autor: Blanca Rodrigo

¡¡¡Felicidades tío Jose, muchas felicidades!!!.

Este es el segundo año que te tengo que enviar el mensaje al cielo y seguro que te llega y lo agradeces. Me encantaría escuchar tu simpática y amable voz dándome las gracias, tenías una voz tan particular!. Cierro los ojos y la escucho. Tu voz y tu sonrisa me llegan. Qué sensación.

Esta foto que acompaña mis palabras es la última que me hice contigo y fue en un lugar mágico para ti: Santiago de Compostela. Allí pasaste muchos veranos con tu inseparable guitarra, recibiendo primero y dando clases después.

Para mí fue un momento mágico también porque acababa de terminar mi primer Camino y estaba radiante. Lo habíamos hecho los seis en familia con una increíble organización por parte de los Agustinos. Un Camino que jamás olvidaremos ninguno. El primero, pero seguro que no será el último.

Sabía que coincidiríamos allí y quedamos. Fue un ratito tan agradable el que compartimos!..., hoy doy gracias a Dios por ello y por tener este preciado último recuerdo contigo.

Es el último, sí, pero tengo tantos otros en mi haber, qué suerte!.

No podemos decir que nos viéramos muchísimo porque papá y tú siempre habéis sido muy despegados para eso, pero la relación era muy de verdad y además del contacto telefónico cuando estábamos juntos era como si nos viéramos casi a diario, una relación muy natural y fácil, en la que te sientes estupendamente desde el primer segundo. Una maravilla.

Y sin duda a que esa relación entre vosotros dos, las dos nueras y los cinco primos fuera así, contribuyeron dos personas maravillosas: tus padres, mis queridos abuelos. Un matrimonio ejemplar que supo vivir y dejar vivir, que nunca forzó ni exigió nada, al que todo le iba bien y se adaptó a todo, que siempre estuvo ahí para todos y que ha dejado un poso precioso en todos nosotros.

Hoy en el día de tu cumpleaños te recuerdo especialmente a ti, tío Jose, pero también les recuerdo a ellos y me dejo llevar, con una enorme sonrisa, a mis mágicos recuerdos de toda la familia junta. Agradecida y emocionada, así me siento. Hoy lo estarás celebrando allí con ellos, así que disfrutad mucho. Nosotros brindaremos aquí también, y termino, como no podía ser de otra forma, con este tradicional brindis de la abuela que nunca faltaba en nuestras reuniones:

Señores, brindo por beber que razón es el brindar.

No quisiera en este mundo despreciar ningún manjar.

Y siendo de buen comer y mejor de bien tragar,

En este mundo, señores, a nadie le viene mal.

 

Con mi copa en alto y sintiéndote muy cerca: ¡Muchas felicidades y un beso gigante!.