Dedicar unos minutos a Dios
Joaquín Ojea
Buenos días, hoy podemos dedicar unos minutos a Dios, parar un momento, y rezar.
En el evangelio de Lucas leemos:
“Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
Paremos un momento, relajemos nuestra respiración, cerremos los ojos…
Imaginemos a Jesús y a sus discípulos que han estado caminando, de aldea en aldea. Al llegar a una aldea, Marta acoge a Jesús en su casa… Imaginemos el ambiente del pueblo, un pueblo pequeño, silencioso, donde cada uno está haciendo su tarea… ¿Hace calor? ¿está soleado? ¿Oyes la ligera brisa? ¿Oyes a los animales?
Llegan Jesús y sus discípulos… los aldeanos dejan sus quehaceres… miran a ese grupo que acaba de llegar… Marta se asoma a la puerta de su casa… Invita a Jesús a su casa.
Respira la atmósfera de la estancia… ¿Huele a humo? ¿está encendida una chimenea? ¿hay comida en ella?
Jesús está sentado… hablando…
María sentada a sus pies… escuchando… embelesada…
Marta haciendo un montón de cosas, moviéndose deprisa, de un lado a otro de la estancia… poniendo cosas en la mesa, removiendo el fuego… sirviendo bebida… saliendo afuera y volviendo a entrar… buscar a uno y a otro, hablando con aquel de más allá… buscando algo en un cajón…
Su hermana María sigue sentada a los pies del Señor… tranquila
Marta se dirige a Cristo… parece un reproche a Jesús… dile a mi hermana que me ayude…
Jesús le responde “Marta, Marta…. Te preocupas y te agitas por muchas cosas”
¿cómo es mi día a día? ¿me preocupo por muchas cosas? ¿cuál es esa única cosa que necesitamos?