Título:Buenos días
Autor: Elena G. Palomo
¡¡Buenos días!!
Caminando por la calle y saludando a las personas ¿qué es lo primero que les decimos o lo primero que escuchamos?
«Buenos días» -nos dicen- y contestamos naturalmente: «Buenos días». A veces ni lo decimos y en muchas ocasiones nos fijamos en la persona que nos saluda como nos fijaríamos en un escaparate de una tienda, es decir, ni le ponemos atención.
«¡Buenos días!» Esta es la frase que escuchamos todos los días de la semana. Nos la dicen nuestros seres queridos al salir de casa y nos la repiten los compañeros del trabajo al encontrarnos, se lo escuchamos a las personas con las que tratamos. Es más, hasta la podemos citar en inglés y en francés. “Good morning!” “Bon Jour!....”
Es el optimismo, lo que nos hace desear lo mejor para nuestro prójimo. Quisiéramos que todos disfrutaran del mejor de los días. Les deseamos que verdaderamente ese día sea diferente, que no tenga preocupaciones más que las ordinarias.
Además, en algunas culturas, el optimismo está en cada una de las personas desde que nace. Hay pueblos a los cuales no los podemos imaginar tristes. Hizo buen día y están contentos, hizo mal día y están felices, hoy no nos fue bien y sonríen. Viven felices, aunque lo pasen muy mal. Son así y así seguirán siendo.
Pero no todos los habitantes de este mundo reciben bien un “Buenos días, te deseo lo mejor para este día que comienza.” o incluso podrían interpretar que estoy burlándome.
Porque decírselo a las personas que viven angustiadas por su inseguridad, por su sufrimiento, o decírselo a los enfermos con poca esperanza de vida…, es un poco complicado…pero nuestro saludo desde nuestro corazón puede ser una pequeña luz entre tanto dolor.
En este mes dedicado a la misión, que mejor misión que empezar desde lo más básico un simple, “buenos días” pero acompañado de “aquí estoy, ¿qué necesitas de mí?”
Probemos ¿no? Buen día