¡¡Buenos días!!
Hoy “toca” dar gracias a Dios y os explico por qué.
Hace unos días nos ocurrió algo no muy cotidiano para los que tenemos mucha suerte: nos levantamos dispuestos a realizar la tarea que cada uno tenemos asignada en casa, trabajo, estudio, cuidar de la familia… Lo primero que hacemos, una ducha con agua caliente. Ohhh horror, el agua caliente no sale!!! La caldera se ha estropeado!!!!
Nos puede parecer una tontería, pero hoy en día nos descabala el día.
Inmediatamente a calentar agua, lavarnos como antiguamente por partes agua fría, alternando con cazo de agua caliente… Así, durante 5 días.
Inmediatamente, nuestro pensamiento va a frases como “que mala suerte”, “vaya rollo”, pero no, no es el pensamiento que nos queda cuando le das un poco de profundidad al asunto.
Que gesto más fácil, abrir el grifo y que salga agua caliente, ¿verdad?
Pensemos cuantísima gente no tiene agua caliente diariamente, cuantísima gente no tiene una cocina donde calentar el agua, cuantísima gente no tiene ni siquiera agua corriente...
Por todo esto, y todas las cosas que tenemos a nuestro alrededor, que a veces no valoramos, hoy “toca” DAR GRACIAS en mayúsculas. Nos pueden parecer cosas básicas, pero muchísima gente carece de ellas.
Yo me propuesto no quejarme de boberías que nos suceden en el día a día, y ¿tú? ¿me acompañas?
Demos gracias a Dios, por tanto, uniéndonos en la oración. ¡Buen día!
Padre Nuestro, que estás en el cielo
Santificado sea tu nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal. Amén