Partido a partido

Publicado el 22/03/2022
03:41 min. | 38 visualizaciones

 

 

TÍTULO: “Partido a partido"

AUTOR: Enrique Infante

Tranquilo todo el mundo. No vamos a hablar de fútbol, ni del Atleti, ni del Cholo Simeone. Bueno, sí, pero poco.

 

La frase ‘Partido a partido’ -que ya se ha convertido en una expresión del habla popular- se puso de moda en la temporada 2013-14, cuando el Atlético de Madrid podía ganar la Liga y cada vez que un periodista preguntaba a un jugador sobre la idea de ser campeón, todos, muy bien adiestrados por el Cholo, respondían: “Nosotros no pensamos en la Liga, vivimos partido a partido”.

 

Sumando partidos, puedes llegar a tener puntos suficientes para ser campeón, pero siempre habrá sido a base de acumular pequeñas puntuaciones de un punto o de tres. Sumando “punto a punto”, “partido a partido”, es cuando conseguirás llegar a ser un campeón.

 

A diferencia del fútbol, la vida espiritual tiene una ventaja. No compites contra nadie. Todo los que sumas te hace campeón a ti. No solo eso; cuanto más ayudas a los demás a sumar, más puntos para ti. Y lo mejor de todo, esta vida es una Liga en la que Dios nos quiere a todos campeones.

 

Y hablando de vivir “partido a partido”, me viene a la cabeza una inspiradora anécdota.

 

 

Un tipo, agobiabo por su aparente incapacidad de cumplir con las normas, le dijo a un sacerdote: “Yo creo que nunca seré santo. No me veo capaz hacer siempre las cosas bien”.

 

El sacerdote le escuchó y le propuso una manera más fácil de hacerlo.

 

Le dijo: “Te entiendo, hijo. Una vida entera es muy larga. Pero, ¿crees que podrías hacer las cosas bien solo en los próximos cinco minutos?

  • Hombre, padre, cinco minutos yo creo que sí podría.
  • ¿Y cinco horas?
  • Cinco horas, yo creo que también…
  • ¿Y cinco días?
  • Bueno, seguro que en cinco días encontraría ocasión de liarla.
  • Bien, hijo, pues céntrate en los próximos cinco minutos. Y cuando acabes con ellos, suma otros cinco, y así hasta las cinco horas, y cuando vayas sumando horas intenta que sea un día, y luego otro… y a ver si llegas a cinco días.
  • Pues lo intentaré, pero ya le digo yo que me conozco y no va ser fácil. Tarde o temprano, la liaré.
  • Bueno, pues inténtalo con fuerza y cuando te equivoques vuelve por aquí y me buscas, porque, si estás arrepentido de haberla liado, el Señor te estará esperando para reiniciar tu cuenta. Cuando salgas del confesionario, todos los minutos sumados seguirán en tu marcador, pero la casilla de los negativos se pondrá a cero. Podrás volver a empezar tus cinco minutos de ser santo.

Así que ya sabes, haz caso a este sacerdote o conviértete al Cholismo. No hace falta que te hagas del Atleti; basta con que afrontes la vida sabiendo que cada cosa que hagas, cada partido que juegues, cuenta a tu favor.  Y que cuando pierdas un partido empezará otro en el que podrás volver a ganar.

Y te doy un último secreto. En esta liga jugamos con VAR (con v). En esa sala está Dios, observándote y deseando revisar contigo las jugadas en las que fallas. Estará esperando a que le digas que te arrepientes de verdad, que intentarás no volver a equivocarte en eso. Y Dios es lo mejor que te puede tocar en la sala VAR, porque siempre perdona al que se equivoca.

Venga, salta al campo, ¿estás preparado para el partido de los próximos cinco minutos?

Buenos días!