Título: Virgen del Buen Consejo
Autor: Enrique Infante
Hoy es la Virgen del Buen Consejo, y para los agustinos es una gran fiesta.
¡Es nuestra madre del Buen Consejo!
Y me gustaría invitaros a algo. Escribid en Google “Virgen del Buen Consejo” y pulsad en el buscador de imágenes. Porque hoy vamos a mirar, admirar y rezar sobre esa imagen. Porque es preciosa y tiene algo en lo que a lo mejor no has reparado, aunque la hayas visto mil veces.
Muchos pintores han representado a Nuestra Madre del Buen Consejo a lo largo de la historia…y todos han coincidido en algo.
Es una de las imágenes más tiernas del amor entre una madre y un hijo. En todas ellas un pequeño bebé -que aunque sea Dios en ese momento es un bebé- pega su moflete a la cara de su madre y le acerca su pequeña mano al pecho; incluso en algunas de ellas lanza su manita derecha para abrazarle el cuello.
Madres que estáis leyendo o escuchando esta reflexión, tengo una pregunta para vosotras: ¿Sois capaces de imaginar algún momento de vuestra vida que pueda superar el abrazo de vuestro bebé? ¿Cuánto daríais por volver a vivirlo cada día?
Si os fijáis, en los ojos de la Madre del Buen Consejo se respira ese amor, esa paz y esa confianza que solo te puede llegar desde el abrazo de tu niño pequeño.
Vuelve a mirar la imagen de tu Madre del Buen Consejo.
¿Cuánto tendrás que quererla para hacerlo como el mismo Niño Dios? Trata de imitarlo, a ver si te ayuda.
Cierra los ojos y recuerda la imagen.
Imagínate ahora pegando tu carillo al suyo, abrazando despacio a María, viendo cómo te sonríe y -como un bebé tranquilo en los brazos de su madre-, llámale “mamá” y cuéntale lo que quieras con la confianza y las palabras que usaría un niño. Porque estás abrazando y hablando a tu madre, y para Ella nunca vas a dejar de ser su pequeño hijo.
Y te estará esperando para reír con tus alegrías, prestará toda la atención a tu mejor anécdota del día, se develará para cuidarte cuando estés flojo, te defenderá cuando alguien te quiera hacer daño, y removerá Cielo y Tierra para ayudarte cuando te vea en apuros.
Otro consejo. Pulsa sobre la imagen que más te haya gustado. Guárdala y tenla a mano en tu teléfono… o imprímela para estar cada vez más cerca de tu madre y no dejar de hablar con ella.
Buenos días!