LA IMAGEN DE MARÍA...LA IMAGEN DE LA MUJER
P. Miguel Ángel Herrero, OSA
Si te asomas hoy al santoral descubrirás que es la fiesta de San Pascual Bailón. Lo traigo a colación porque es un santo, cuyo nombre me cae simpático y que en una ocasión en una muy formal celebración, su sola mención en el memento de la Eucaristía hizo que aflorasen sonrisas y risas. Por ese motivo me acerqué a leer su biografía y descubrí a un buen franciscano, fiel devoto de la Eucaristía. Al parecer, no sé porque, es patrono de las cocineras.
Pero en estos buenos días, dejando esa mención a la devoción eucarística, quiero tener presente a María. Alguien, valiéndose de un refrán español, escribió: "dime qué imagen de María tienes y te diré que imagen tienes de mujer".
Al iniciar esta jornada me pregunto y te pregunto: ¿Qué imagen tienes de María? ¿Quién es para ti? ¿Qué cualidades, virtudes, destacarías de ella? ¿En qué puede ser ejemplo para ti?
A mí siempre me impresionó su sencillez y también su saber estar. Como madre y como discípula. Y me enseñaron, desde niño, que nunca me dejará solo, que es compañera de camino.
Cuántas veces habré –habremos- entonado esta verdad: “Mientras recorres la vida tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va. Ven con nosotros al caminar, Santa María ven.
Sirva para reforzar esta idea de María compañera de camino, la preciosa anécdota que contó en su día Madre Teresa de Calcuta.
Nuestra Señora -decía Teresa de Calcuta- me acompaña en todos los viajes; la llamo mi Compañera desde que un día, en Berhampur, le dije al capellán de las Hermanas que me regalase una imagen de María Milagrosa con las manos abiertas, derramando gracias sobre el mundo. Aceptó encantado, embaló la imagen y la llevó a la estación. Era una imagen muy grande, casi de tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y una compañera, así que le dije: «ésta es mi compañera…» y me dejó viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos. Nunca viajo sola»
Acompáñanos, Oh Madre, en nuestro caminar como sólo tú sabes hacerlo.
Acompaña especialmente a los que más necesitan esperanza, ilusión, fe.
Santa María, fortaleza en nuestra lucha. Ruega por nosotros.
Santa María horizonte de justicia. Ruega por nosotros.