Un corazón con entrañas

Publicado el 08/07/2021
AGUSTINOS

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🎧 Audio Reflexión

TEXTO: Agustín Alcande, OSA

MÚSICA: La fuerza del corazón - A. Sanz

Un corazón con entrañas

¡BUEN DÍA!

… En 1984 realicé el dibujo del “corazón abierto” para dejar claro cómo siempre hay en él una mano que sostiene todo y una gran profundidad de luces y sombras como en un conducto casi materno o una vena gruesa de vida que no se agota nunca, hecha de ternura…

Entonces concluía mis estudios en la universidad y una nueva etapa comenzaba.

Y ahora pienso: Qué pequeño queda cualquier corazón (símbolo del amor) cuando descubrimos el mensaje tan amplio y profundo que se da en la carta de Albert Einstein a su hija Leiserl. Hace unos días volví a leer esta carta -aunque esté en entredicho al hacerse pública 20 años después de su muerte-. Traigo aquí unos párrafos de la misma: “El Amor es luz… el Amor es gravedad… el Amor es potencia… El Amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios y Dios es Amor. Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida” (fin de la cita). Repasando esas palabras de un padre (Einstein) a su hija me pareció algo grandioso y entonces volví al dibujo anterior y me detuve en “las entrañas del corazón”.

Demasiados corazones se han pintado, dibujado, diseñado, empleado para hacer anuncios o logos de mayor o menor calado. Pero hay solo uno, según mi opinión, que debe quedarnos como algo “entrañable” ya que cuenta con la miseria y el corazón. No hay verdadero amor si no se parte de la miseria, nuestra o de los otros; la nuestra para que podamos ser humildes, de la de los otros para que les ayudemos a ser humanos.

Cuando Agustín, como obispo de Hipona, escribe su sermón 350 nos pregunta: “¿Qué es la misericordia? Y continúa: No otra cosa, sino una cierta miseria contraída en el corazón. La misericordia trae su nombre del dolor por un miserable: la palabra incluye otras dos: miseria y cor, miseria y corazón. Se habla de misericordia cuando la miseria ajena toca y sacude tu corazón”. A continuación, en ese sermón 350 Agustín habla de la “compasión”. Y añade: “Si amamos a Dios y al prójimo, no hacemos nada de lo dicho sin dolor de corazón”. Y es el mismo Agustín quien compara esta tarea con la siembra en la que lanzamos a la tierra lo que se consiguió con tanto esfuerzo, la semilla.

Y aquí es cuando no solo hablamos sino sentimos frío en nuestras entrañas que nos llevan a dudar ante la compasión y la misericordia si tanto amor es necesario; y caemos en la pereza, a no ser que se nos sacuda con la fe y la esperanza que siempre animan a seguir adelante a pesar del sacrificio de tanto frío como nos rodea.

En fin… qué son las entrañas, sino “lo mas importante o esencial de una cosa” y en sentido más realista: “El conjunto de órganos situados en el interior del tronco o del cráneo del ser humano o de un animal”. Consideremos solo lo esencial, apoyemos solo lo importante, es lo que nos deben pedir nuestras entrañas si son de un corazón que late y vive con la fuerza del Amor.