Texto: Miguel A. Herrero, OSA
Música: Bensound cute
Decálogo del joven agustino
Buenos días
Escribo estas letras en la Semana Agustiniana. Por tal motivo, hoy he tenido misa con los chicos de 1º ESO. En la homilía, intentando conversar con ellos sobre lo que celebramos, una niña dijo que “ser agustino es seguir las huellas de Agustín”. “ Y, ¿qué es eso de seguir las huellas de Agustín? ¿Cómo se hace?”, ha sido mi pregunta. Se han levantado algunas manos y han dado su opinión: Comunidad, humildad, tener bondad y empatía, creer en Dios, vivir desde el corazón... Varipinto y desigual conocimiento de los valores agustinianos en el auditorio. El caso es que he salido de misa y llevo dándole vueltas al tema… ¿Cómo se siguen las huellas de Agustín?
Y ha venido a mi memoria el “Decálogo del joven agustino” que se elaboró en 1993, ya ha llovido, en un encuentro Juvenil agustiniano de Argentina. En ese EJA (así se denominaban esos encuentros de casi dos centenares de jóvenes de todas las comunidades agustinas de Argentina y Uruguay) se esbozaron ideas de lo que queríamos ser como jóvenes que vivían bajo la espiritualidad y carisma de San Agustín. Después de trabajarlo en las distintas comunidades de jóvenes, en el EJA del 94 fue presentado oficialmente el “Decálogo del Joven Agustino”. A saber:
- Tiene un corazón inquieto, que lo invita a una búsqueda constante de Dios, aún después de haberlo encontrado.
- Busca momentos de oración personal y comunitaria, para dialogar con Dios nuestro amigo.
- Es fiel al llamado que Dios le hace, poniendo sus dones al servicio de los demás.
- Vive los valores que Jesús le propone para su vida, caminando de la mano de Agustín, en nuestra gran familia, la iglesia.
- Posee una profunda vida interior, para encontrarse allí consigo mismo y con Dios.
- Fundamenta su amistad con Jesús y la vive con tal compromiso, confianza y sinceridad, que en el amigo encuentra la mitad de su alma.
- Participa de los sacramentos con alegría, sobre todo en la Eucaristía, viviéndola como un verdadero encuentro comunitario con el Señor.
- Ilumina su vida diariamente, alimentándose con la lectura de la palabra de Dios.
- Siente la necesidad de formarse constantemente y de conocer a Jesús compartiendo con los demás en comunidad.
- Enfrenta la vida con esperanza, contagiando a los que no la tienen.
Es sin duda, un exigente pero maravilloso mapa de ruta. Me parece que responde bien a la pregunta de cómo seguir las huellas de Agustín… ahí lo dejo. Para que lo conozcan los que no sabían de este decálogo elaborado por jóvenes y para que lo refresquemos y sigamos intentando vivirlo, los que lo conocíamos y participamos de su elaboración. Para unos y para otros, para jóvenes y no tan jóvenes, es un buen plan de vida…
Gloria al padre, al hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre pos los siglos de los siglos. Amén,
San Agustín, Ruega por nosotros.