Texto: Iván Pichel, OSA
Música: Bensound cute
¡Que no paré la música!
Tal día como hoy la Iglesia celebra la memoria de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Dice la tradición que la buena de Cecilia, en su noche de bodas mientras sonaba un órgano, cantaba “solamente para el Señor”, dejando clara su intención de que su vida entera estaba consagrada a Dios.
Su fiesta me lleva a pensar en el papel de la música para nosotros. Es innegable que la música forma parte esencial en nuestras vidas. Tanto, que es una presencia cotidiana muchas veces no valorada lo suficiente. Gracias a la música somos capaces de emocionarnos, pensar, rezar, recordar… puesto que su capacidad de inspiración y estimulación en cada uno de nosotros hacen de ella un lenguaje poderoso, capaz de hacerse entender en las circunstancias más adversas y servir de lazo entre realidades y personas de toda condición.
Por eso hoy pienso que es muy importante que busquemos una manera profunda de decir las cosas: a los demás, a Dios, a nosotros mismos. Que no nos quedemos en el lenguaje superficial del día a día, sino que indaguemos y estemos abiertos a encontrar nuestra propia música para estar y vivir con los demás. Una que cuando suene la gente se acerque, se pare, se abra a escuchar. Somos capaces, al igual que la música, de ir más allá de las cosas y tocar los corazones de la gente, de ser una buena huella de ese Dios que nos lo da todo por amor. Mientras escuchas hoy tu música preferida, pídele a Dios que te ayude a ser música para los demás.