El tren de Juan Bautista

Publicado el 23/06/2022
Agustinos


🎧 Audio Reflexión

TEXTO: P. Juan M. Paniagua M., OSA

MÚSICA: CLARO DE LUNA (Beethoven) – R. Clayderman

El tren de Juan Bautista

Buenos días.

Así rezaba una canción que aprendí de niño: “En el tren de la vida, en el tren voy viajando; en el tren de la vida, voy viajando hacia Dios…” Seguro que todos queremos viajar hacia Dios, y en todo viaje ya sea a pie o en coche, o en tren… siempre hay que estar atento a las señales. Curiosidades del calendario litúrgico celebrativo, hacen que hoy día 23 adelantemos en un día el nacimiento de San Juan Bautista y así mañana, viernes 24, podamos celebrar con toda la solemnidad requerida el Sagrado Corazón de Jesús. Este pequeño detalle del calendario ya lo tenía muy claro san Juan Bautista, siempre tan humilde: “conviene que él crezca y yo mengüe”, o “yo no merezco ni desatarle la correa de sus sandalias”. El tren de la vida del bautista, a pesar de ser muy corto en su trayecto, nos enseña a superar las dificultades, a mantener la esperanza y a tener clara la meta… Ánimo, y ¡subamos a nuestro tren de la vida!

Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, y creemos que siempre viajaran a nuestro lado, pero en alguna estación ellos se bajaran dejándonos en el viaje solos. De la misma forma se subirán otras personas, serán significativas: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida. Muchos bajaran y dejaran un vacío permanente. Otros pasan tan desapercibidos que ni nos damos cuenta de que desocuparon sus asientos. Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas. El éxito consiste en tener una buena relación con todos los pasajeros (Juan Bautista no tuvo buena relación con la familia Herodes, y por eso le adelantaron su parada final), en dar lo mejor de nosotros. Y el gran misterio para todos es que no sabemos en qué estación nos bajaremos, por eso, debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros... Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el tren de la vida.

Haz Señor que en el viaje de nuestra vida imitemos a Juan Bautista en su humildad y en su gran labor de vivir en nuestro mundo un bautismo de conversión y poder prepararte un camino digno donde tú camines junto a nosotros explicándonos tu Palabra, partiendo tu pan, y repartiendo tu PAZ.

¡Muy buenos días!