🎧 Audio Reflexión

TEXTO: P. Juan M. Paniagua M., OSA

MÚSICA: Claro de luna (Beethoven) – R. Clayderman

Constructores de paz

10 de noviembre, día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo. Muy buenos días.

Con este motivo hoy nuestro saludo y oración es precisamente en favor de la paz, y para ello nos dejamos guiar por unas indicaciones que nos dejaba muy bien plasmadas la Conferencia Episcopal Española allá por el año 1986, en un documento que tenía por título precisamente este gran reto: Constructores de paz.

Dios ha intervenido en el mundo para suscitar el amor y la fraternidad entre los hombres, concediéndonos el don de la paz y pidiéndonos nuestra colaboración mientras llega la plenitud de la salvación.

La paz es don de Dios. Quienes reciben en su corazón la buena noticia del Reino adquieren una nueva visión del mundo y de la vida; experimentan el perdón y el amor de Dios que les hace a su vez capaces de perdonar y amar a los hombres como ellos mismos son amados y perdonados. Jesús exhorta a sus discípulos a amar a sus enemigos, a ser buenos con todos más allá de los límites de las exigencias y los derechos: “sed misericordiosos como vuestro padre es misericordioso; perdonad y seréis perdonados; porque con la medida que midáis seréis medidos”. Por todo ello, los pacíficos son llamados “hijos de Dios” y Jesús los proclama bienaventurados.

La paz, como todo don de Dios al hombre debe contar con nuestra disponibilidad y colaboración. La conversión al Reino de Dios incluye necesariamente nuestro compromiso en favor de la paz. Este compromiso tiene unos contenidos y unas exigencias morales que podemos llamar “su verdad”: justicia, amor, verdad, misericordia, especialmente con los pobres y los oprimidos.

Para construir la paz es necesario amar a Dios y a los hombres, mandamientos inseparables entre sí.

Oremos ante el Príncipe de la Paz para que todos contribuyamos a construir y desarrollar este gran don para toda la humanidad. Amén.