Atención-Verdad

Publicado el 12/01/2023
Agustinos


🎧 Audio Reflexión

TEXTO: P. Agustín Alcarde Arriba, OSA

MÚSICA: Claro de Luna (Beethoven) – Richard Clayderman

Atención-Verdad

BUEN DÍA.

En singular, porque es para ti que me lees o escuchas, y destaco la sencillez de María, la de Nazaret, que día a día cuidaba de Jesús y estaba a su lado… Un día renovado a lo largo de unos 30 años.

El día 1 de enero de este año 2023, estaba a punto de iniciar la lectura de la novela que ha recibido el premio Planeta en 2022, cuando me paré al inicio ante lo que citaba Hermann Hesse, concretamente de su libro “Siddarta”, y decía así: “En silencio escuchaban el susurro del agua que para ellos ya no era la corriente sino la voz de la vida, de la existencia, de lo que siempre será”. Me impresionó la sencillez de ese hablar cómo la vida pasa y, al mismo tiempo se transforma en existencia, algo que es, que importa. Ver todo con atención.

Somos, pensé en esa agua del río -en La Vid tenemos de vecino el rio Duero- y nunca repite su ruido, su cantar de susurros. Y esto me llevó a pensar lo que leí hace ya años de Simone Weil en su obra “A la espera de Dios” (1993): “La oración está hecha de atención”. Y la autora comprometida con los pobres, casi revolucionaria, no hablaba para los religiosos/as sino que hacía una reflexión sobre los “estudios escolares como medio de cultivar el amor de Dios”. Y decía en otro momento: “Aquel que pasa sus años de estudio sin desarrollar la atención, pierde un gran tesoro”.

De aquí salté a reflexionar sobre la muerte, paso a la Vida en Dios, de Joseph Ratzinger, nuestro Papa emérito, ahora ya descansando en la Paz Verdadera. A lo largo de mis vacaciones de verano he leído su biografía escrita por Peter Seewald: “BENEDICTO XVI. Una vida” (2020). Para mí su vida no es la figura de un barquero que navega en un río, sino otra figura, la “del centinela de la verdad”, ya que él mismo ha resumido su vida diciendo: “Mi impulso esencial ha sido sacar a la luz el auténtico núcleo de la fe, oculto bajo las incrustaciones, a fin de devolverle su fuerza y su dinamismo. Tal impulso es la constante de mi vida”.

Su vida, nuestra vida, debe tener un BUEN DESEO diario, sea el que sea, escuchando la voz de la vida que discurre rauda como un río y atender de verdad para orar, para que ojalá sea como un mirar el río, seguir su curso y descubrir que mientras lo miramos, cambia, huye de nuestra vista y otro chorro de agua se va apropiando un ámbito que no le pertenece… pero lo completa. Todos recordamos ese: Cuando un amigo se va, deja un espacio vacío… que pensamos en un lamento ante la muerte.

Hoy, aquí, nos queda ESCUCHAR EL RÍO, comenzar un día nuevo lleno del impulso de vivir con toda atención luchando en la búsqueda de la verdad, este pensamiento tan agustiniano.

BUEN DÍA… ¡sigue siendo Navidad!

Comienza un nuevo día.