Texto: Jordi Vaqué
Música: Acousticguitar
Alegría e integración
¡Buenos días!
¡Hoy comienzan las fiestas del Colegio San Agustín de Madrid! Este evento es muy esperado por toda la comunidad educativa y siempre se celebra a finales de mayo, marcando el inicio de una serie de actividades que culminan con el principio del verano. En los últimos años, las fiestas han evolucionado mucho por diferentes motivos, pero siguen concentrando la esencia de lo que estos días de celebración proponen: actividades que sirven para salir de la rutina habitual y hacer que estudiantes, profesores y padres participen en una gran variedad de eventos, desde competiciones deportivas hasta talleres creativos, de scouts y culturales. Además, se organizan eucaristías y actividades en torno a la figura de San Agustín, fomentando siempre los valores agustinianos.
Dependiendo de a quién preguntes, las respuestas sobre las fiestas pueden variar, pero siempre el recuerdo de estos días trae una gran sonrisa. Hablando con alumnos de primaria, todos recuerdan las “sonadas” ferias del San Agustín. Preguntando a alumnos de la ESO, las chicas hablan de que llevan semanas preparándose para su baile de gala, y los chicos mencionan las finales de las liguillas internas. Si, en cambio, preguntas a un grupo de antiguos alumnos o padres cincuentones, recordarán los partidos de baloncesto y cuando soltaban las vaquillas en el patio.
Las fiestas siempre se cierran con una emotiva ceremonia protagonizada por los alumnos de 2º de Bachillerato que dejan el colegio este año. Cantan el sábado a las 12 de la noche una preciosa Salve Rociera a la luz de las velas, una imborrable e inolvidable manera de despedirse de la que durante toda su infancia ha sido su segunda casa. Son muchos los recuerdos que se entremezclan en esos momentos, unos mejores, otros peores, pero todos ellos constituyen una de las partes más importantes de sus vidas y de las que más han contribuido en lo que hoy son: jóvenes sobradamente preparados para lo que el mundo les tiene preparado.
¡Si! las fiestas han evolucionado, pero mantienen su esencia, su carácter desenfadado y a la vez integrador, dejando una estela de alegría, compañerismo y recuerdos imborrables. Este año, además, las celebraciones cobran un significado especial por la conmemoración hoy del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, organizado por la UNESCO, y por los mensajes de nuestro nuevo Papa León XIV, que han resonado profundamente en nuestros corazones. Su llamada a la unidad, la paz y la caridad nos inspira a seguir construyendo una comunidad basada en el amor y el respeto mutuo. Como él mismo expresó: "Estamos llamados a ofrecer el amor de Dios a todos, para que se realice esa unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo".
Con estas palabras en mente, pedimos que en todas las fiestas de los colegios, familiares o populares se vivan momentos que nos unan más. Nos preparamos para el verano con el mismo entusiasmo y compromiso, sabiendo que cada actividad y cada encuentro nos acerca más a los valores que San Agustín y el Papa León XIV nos han enseñado. Que el espíritu de estas fiestas nos acompañe siempre, y que sigamos creciendo juntos, en amistad y en fe.