Texto: José Joaquín Ojea
Música: Bensoundcute
El corazón de David
Buenos días, me preguntaba ¿Cómo es el corazón de Dios? Puedo decir que el corazón de Dios es Amor. Dios nos ama, ama a sus creaturas, incluso a aquellas que le desobedecen o que no le prestan atención. Y por lo tanto, también es Perdón. Porque perdona nuestros pecados y siempre nos ofrece oportunidades para amarle. Entonces, si siempre está ofreciéndonos oportunidades, es Generosidad.
Pero estas son categorías divinas. ¿Cómo es un corazón de Dios desde categorías humanas?
Hechos 13, 22 viene en nuestra ayuda: “Depuso a éste [Saúl] y les suscitó por rey a David, de quien precisamente dio este testimonio: He encontrado a David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que realizará todo lo que yo quiera.”
¿Cómo es el corazón de David?
Antes de nada hay que decir que David fue un hombre pecador (como nosotros). Sin embargo, cuando se daba cuenta, se arrepentía y pedía perdón a Dios.
David también fue humilde. Humilde en sus orígenes, humilde para reconocer su fragilidad y ponerse a disposición de Dios, para cumplir la voluntad de Dios y no cumplir su propia voluntad.
También era un hombre valiente, porque apostó por Dios, por seguir los mandatos de Dios. Y no solo por enfrentarse a Goliath.
Y para mí, la más importante y profunda. David era dependiente de la presencia de Dios. David estaba dispuesto a recibir cualquier castigo menos que se apartara la presencia de Dios de él. Sabía que si la presencia de Dios se retiraba de él, no tendría nada, no sería nada. Hoy somos poco dependientes de Dios y mucho de otras cosas.
El rey David nos recuerda que, en el camino de la fe, Dios busca corazones dispuestos y obedientes. ¿Estamos dispuestos a ser hombres y mujeres conforme al corazón de Dios? La vida de David nos enseña que, aunque nos enfrentemos a fracasos y pecados, el arrepentimiento y la búsqueda de la voluntad de Dios son esenciales para nuestra vida.
Examinémonos cómo podemos vivir de manera que se refleje la voluntad de Dios en nuestras vidas.