🎧 Audio Reflexión
TEXTO: P. Iván Pichel Macho, OSA
MÚSICA: Claro de luna (Beethoven) – Richard Clayderman
LA SALUD ES LO PRIMERO
A estas alturas de la Cuaresma, ya finalizando, toca mirar un poco hacia dentro y ver cuánto y cómo hemos cuidado el corazón. Si me he acercado al sacramento de la reconciliación, si he tenido tiempo para leer con calma la Palabra de Dios, si mi vida de oración sale fortalecida de este período de conversión y acercamiento a Dios… Son muchas las cosas que durante estos 37 días de Cuaresma he podido ir haciendo, ¿verdad? Pero la vida, y la vida de fe, continúa tras la Cuaresma.
Comento esto porque hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud. Salud, esa palabra tan presente en nuestra vida cotidiana de un tiempo a esta parte que ha pasado a ser, todavía más si cabe, una de nuestras prioridades absolutas. Ya sabemos lo que dice la canción: “tres cosas hay en la vida…”. La primera, sin dudarlo, la salud.
Aunque es bien cierto que cuando pensamos en la salud y su día mundial la cabeza se nos va a hospitales, medicinas, acceso universal a la sanidad, enfermedades, personal sanitario y todo lo relacionado con este derecho básico. Este año se insiste también desde su lema “Nuestro planeta, nuestra salud” en poner la atención en las cosas de nuestra vida que influyen directamente en nuestro bienestar. Desde el cuidado de nuestra casa común, obra magnífica de Dios, puedo hacer que mi propia salud y la de los demás mejore significativamente.
Al igual que otros muchos factores que parece no están tan relacionados directamente con lo sanitario: mis amigos, familia, las actividades que realizo, el ambiente y la cordialidad con la que construyo mis relaciones… Y también todo lo que tiene que ver con mi vida de fe, por supuesto. Así, mis esfuerzos durante esta Cuaresma, también en el día de hoy, son una declaración y un cuidado por la salud. Recemos y pongamos hoy nuestra vida, nuestra salud y la de los demás, delante de Dios para darle gracias y pedir por ella. Por el bienestar de todos, la recuperación de nuestros enfermos y el agradecimiento y dedicación de quienes nos cuidan y atienden.
Dios nos dé salud y nos bendiga. Buenos días.