La piedra

Publicado el 26/10/2022
Agustinos


Texto: Agustin Riveiro, OSA
Música:  Bensound - adaytoremenber

China en el zapato y piedra angular

Hace mucho tiempo, concretamente en el Monasterio de Santa María de la Vid, el maestro de novicios, el P. Pedro, en una de sus charlas semanales a los novicios, les indicó que la convivencia no era fácil, y que aunque entonces todos eran jóvenes, alegres y sociables, los temperamentos y caracteres podían chocar con cierta frecuencia. Obviamente, con la edad, les comentó: al convivir con otros religiosos más mayores, incluso con algunos ya ancianos, las dificultades, posiblemente, irían “in crescendo”.

Era por ello que convenía aprender de las piedras sitas en los cauces de los ríos, que llevadas una y otra vez por el agua, a fuerza de friccionar entre sí, habían ido redondeando sus aristas. Logrando de esta manera hacerse menos daño al topar entre ellas, al perder con el tiempo y batir de la historia, esas asimetrías. Al final todas parecían salidas de un mismo obrador, más grandes o más pequeñas, pero todas muy redondeadas, hermosas, más ligeras y suaves por el inexorable moldeo de la vida y de una esmerada convivencia.

La imagen de la piedra, me lleva a vislumbrar, y a pensar, que si nosotros podemos ser piedra, china en el zapato de la ordinaria relación, en otras ocasiones, somos la piedra angular sobre la que se asienta un proyecto, una idea, una familia; Pedro, lo fue de la primitiva Iglesia. También podemos ser armas arrojadizas, como ocurrió con el canto que usó David, contra Goliat. Nos asemejamos a las piedras, hemos de rodar por el mundo, sabedores, que en el transcurrir de nuestra existencia, de nosotros depende, optar por moldearnos y amoldarnos, o por destruirnos. “Ama y haz lo que quieras”. San Agustín.