Unidad y comunión

Publicado el 23/01/2023
Agustinos


Texto: Pablo Tirado, OSA
Música:  Autum prelude

Caminos infinitos de unidad

Cerca del final del Octavario de oración por la unidad de los cristianos, conviene que nos paremos a profundizar en el valor de la unidad en todos nuestros ámbitos. En la sociedad, en la política, en la familia, en nuestros trabajos… ¿se percibe un sentido de unidad, de respeto e integración del diferente o más bien de ruptura, indiferencia, oposición? Muchas serán las respuestas, tantas como experiencias, pero seguro que todos somos partícipes, en mayor o menor medida, de la separación y desunión, de la incomprensión ajena y rechazo, de la intolerancia y confrontación.

            Es más fácil todavía descentrarnos y criticar las políticas rupturistas y de aquellos que no aceptan las diferencias y las rechazan, así como los que no reconocen nada bueno de aquellos que consideran como contrincantes o rivales, pero ¿qué podemos decir como cristianos?

            En este Octavario conviene recordar el mandato que Jesucristo nos legó con el objetivo final de que todo el mundo crea en Él y el Padre, para que todos puedan caminar hacia el bien y felicidad supremos. Que todos seamos uno, para testimoniar al Dios Amor que pueda tocar los corazones de todos sus hijos. Pero, ¿podemos comenzar por el intento de unir a los cristianos si en nuestros distintos ámbitos no somos capaces de escuchar, acoger una opinión distinta o esforzarme por comprender al otro?

            Recordando el documento pontificio Unitatis redintegratio (1),  la división «contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura». Pero, insisto, ¿no será conveniente no incurrir en el error de ciertos “buenismos” pretendiendo la unidad de los cristianos, sin valorar cómo está nuestro corazón? O bien, ¿no perderemos esfuerzos en pergeñar estrategias de unidad de confesiones cristianas, sin comenzar por cambiar mis actitudes personales hacia todo prójimo?

            Luchemos contra toda tendencia de división que impida que nuestro corazón ame, una y haga entrar en comunión, pero también reconozcamos los caminos infinitos de unidad que Dios siembra a través de todas las personas de buena voluntad:

 Aquellos políticos que luchen por una sociedad más justa; los periodistas que se arriesgan por defender la verdad y la libertad; los voluntarios que logran una mayor solidaridad; los educadores que se desviven por educar para la responsabilidad…y todos aquellos que, aunque no parezcan siempre ser de los nuestros, «están a favor nuestro», pues están trabajando por un mundo más humano. «El que no está contra nosotros está a favor nuestro».