Ser libre con el perdón

Publicado el 07/03/2023
Agustinos


🎧 Audio Reflexión

TEXTO: Santiago Alcalde, OSA
MÚSICA: Bensound cute

 

A todos nos cuesta confesar nuestros fallos, errores, pecados… Algo que, si lo pensamos bien, es absurdo porque Dios ya los conoce. Él sólo espera que nosotros se lo digamos abiertamente, para darnos un abrazo de perdón.

            Pedrito, un niño de 10 años, se fue de vacaciones con su hermana Lucia, un poco mayor que él, a pasar las vacaciones con sus abuelos en la granja que tenían en el campo. Para distraerse, el niño jugaba con una honda tratando de cazar algún animal. No tenía práctica ni buena puntería. Un día, sin embargo, cerca de la casa, vio el pato mimado de la abuela y le tiró una piedra, con tal puntería que le pegó en la cabeza y lo mató.           Al momento, escondió el cuerpo del pato entre unos arbustos para que nadie lo descubriera. No obstante, su hermana lo vio todo y se calló.

Después de comer la abuela dijo a Lucía: “Acompáñame a lavar los platos”. La niña le respondió: “Pedrito me dijo que hoy él te ayudaría. ¿No es cierto Pedrito?”. Luego le susurró al oído: “Acuérdate del pato”. El niño, agachando la cabeza, fue a lavar los platos.

            En otra ocasión, el abuelo ofreció a los nietos acompañarle a pescar. La abuela dijo: “Puede ir el niño; pero Lucía tiene que ayudarme a preparar la comida”. Al momento la niña dijo: “Yo puedo acompañarte, Pedrito quiere quedarse y ayudar a la abuela”. De nuevo le susurró al oído: “Acuérdate del pato”.

Los chantajes, de la hermana hacia el niño, eran continuos; hasta que un día no pudo más y le confesó a la abuela que el pato, que no aparecía por ningún lado, lo había matado él. La abuela al momento le dio un gran abrazo y le dijo: “Ya lo sabía. Estaba junto a la ventana y lo vi todo. Te perdoné entonces. Si no te dije nada era porque me preguntaba hasta cuándo permitirías que Lucía te chantajeara y te tuviera cautivo”.

            Amigo: ¿Hasta cuándo permitirás que tus pecados, sin confesar, te mantengan esclavo? Este tiempo de cuaresma es un tiempo propicio para hacerlo. Hoy mismo, sin esperar más, puedes gozar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.