Vivos y llenos de esperanza

Publicado el 12/04/2023
Agustinos


Texto: Aurora Sanz
Música:  Acusticguitar

Vivos y llenos de esperanza

Buenos días,
Lo primero es desearos una Feliz Pascua. Es una época donde los cristianos debemos venirnos especialmente arriba y disfrutar y exteriorizar el “subidón” que supone la celebración de  la buena noticia de la Resurrección y la vida eterna: nuestra quintaesencia.
Para llegar a estos días hemos pasado deseablemente una cuaresma de conversión y reflexión, que comenzó en un ya lejano miércoles de ceniza. Aunque aterrizáramos en un dichoso Domingo de Ramos, hemos tenido que atravesar una dura semana al lado de nuestro Señor Jesucristo. Doloroso ver el sufrimiento atroz al que fue sometido de una manera totalmente irracional, en lo que es la Injusticia histórica
con mayúsculas.
Precisamente acudiendo a una procesión en la noche de Viernes Santo, solemne y a la luz de las antorchas recorriendo un precioso pueblo medieval, pensando y atisbando lo que pudo ser este dolor padecido por Cristo y compartido por los suyos me vino una idea inquietante. En su día, Jesús fue traicionado por uno de los suyos y negado incluso por uno de sus apóstoles más cercanos. Solo su madre, Juan y algunas mujeres permanecieron al pie de la Cruz en aquel fatídico día. El resto de sus cercanos con dolor, estupor y miedo salieron a buscar refugio, aunque no hubiera lugar donde sentirse seguro con todo lo que estaba sucediendo. La muchedumbre que lo aclamaba días antes con ramos de olivo, lo arrojó a los brazos de una muerte dura y cruel antes que a un malhechor real como Barrabás. Hubo manipulación e intereses políticos que manejaron a las masas a su antojo. En el fondo, la mayoría le falló. Realmente Jesús sabía lo que le esperaba porque como criaturas que somos De Dios, conoce nuestras debilidades que no son pocas. Pero tuvo que pasar por aquella prueba demencial para que nosotros, criaturas ingratas pudiésemos sabernos amados sin límites por nuestro Padre Dios, que dio la vida de su propio Hijo como prueba irrefutable de su Amor por nosotros, sus Hijos y como muestra real de la Vida Eterna que nos ofrece.
Con su sufrimiento ante su Cruz nos enseñó que a pesar de muchas dificultades y Cruces personales que tengamos que enfrentar, Él sí que no nos nos abandona y nos ayuda con la carga, por muy dura y pesada que sea. Y nos enseña que ayudar a nuestro prójimo a llevar sus cruces no solo les hará más felices a ellos, sino también a nosotros. Hay que confiar y vivir de acuerdo a sus enseñanzas para ser dignos de entrar a Su Reino.
Realmente, aquellos primeros cristianos aturdidos y asustados tuvieron el privilegio de ser Testigos directos de Su vida y Sus enseñanzas. ¡Quién pudiera! Pero a cambio nos dejaron allanado el camino y el legado de la Fe que ha llegado hasta nuestros días y que nos hace sentirnos Vivos y llenos de esperanza.
¡Feliz Pascua de Resurrección!