Texto: Elena García
Música: Acusticguitar
Comunidad renovada
En estos días de Pascua oímos y leemos como los apóstoles y otros discípulos de Jesús que los acompañan, están todos juntos, tiene miedo, están esperando que ocurra algo para entender qué está pasando y entender todo lo que Jesús les fue contando. Se estaba creando la primera comunidad de cristianos, aunque ellos quizá ni lo sabían.
Vivir en comunidad hoy en día, ya sea una comunidad religiosa, una comunidad de cristianos laicos, o nuestra propia familia, con la que también formamos una pequeña comunidad, nos puede resultar complicado, porque cada uno de nosotros podemos tener miedos, sentir soledad aun estando acompañados, estar esperando que pase algo diferente para salir de la monotonía.
Pero nosotros, como cristianos, tenemos demasiada suerte porque tenemos con nosotros a Jesús Resucitado, que nos invita a salir de la monotonía y anunciar a todos la grandeza y las enseñanzas que Jesús nos ha dejado.
También nos ha enseñado como hacerlo, estando alegres, valorando el amor que recibimos de todos los compañeros de la comunidad cristiana y fuera de ella, repartiendo nuestro amor entre los demás.
Por tanto, ¿tenemos derecho a sentir miedo, sentirnos solos, estar aburridos del día a día? Yo pienso, que NO. Os invito a ponerlo en práctica en nuestras comunidades sean del tipo que sean religiosas, de laicos, familiares, vecinales, pero siempre CRISTIANA.
Es muy fácil: hablemos entre nosotros, riamos entre nosotros, pidámonos ayuda entre nosotros, ayudémonos entre nosotros, perdonémonos entre nosotros, en definitiva, no creemos “mal rollo” entre nosotros y sobre todo hablemos de Jesús entre nosotros y a los otros. Que se note que pertenecemos a una Comunidad Resucitada.
Para empezar el día, os dejo el enlace, una canción de un grupo musical cristiano que está muy de moda, que viene muy a cuento: “Forofos” (Hakuna)
Es el video que paarce en la cabecera de este contenido
Buenos días y ¡Feliz día!
Para soñar aleluyas / en solemne perspectiva
hago memoria y despliego / tres banderas en la vida,
por inmersión de alta gracia / en “las fuentes de agua viva”.
Vivan unidos, hermanos,
en concordia y armonía,
que “la unión hace la fuerza”,
da esperanza, e ilumina…
y en plenitud de inquietudes
el amor se multiplica;
son los valores profundos
que aprendemos en familia.
En un mundo de trabajo,
donde cunde la fatiga,
se impone ‘vestir de largo’,
con un canto a la sonrisa,
sembrando en cada momento
la mejor de las semillas:
“la paz amansa a las fieras”
y a los hombres justifica.
Sabed mecer el presente
con alta sabiduría
y aprovechad los momentos
bondadosos de la vida,
poniendo a prueba el talento
que florece en alegría,
cuando el sentido de fiesta
es remanso y melodía.
Para cantar aleluyas / en radiante travesía…
buen humor y sentimiento, / un grado de fuerte estima
y el corazón en despliegue / de auroras en mente limpia.