Texto: Santiago Alcalde, OSA
Música: Bensound cute
Buscando la felcidad
Las personas tenemos el defecto de buscar la felicidad fuera y no dentro de uno mismo. Como consecuencia, nunca la encontramos y vivimos permanentemente insatisfechos. San Agustín, a cada uno, nos aconseja: “No quieras derramarte fuera; entra dentro de ti mismo, porque en el hombre interior reside la verdad; y si encuentras que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo”.
Un joven sentía una obsesiva pasión por la felicidad. No encontrándola en su familia y amigos, se marchó en su busca. Viajó por infinidad de países, navegó por numerosos mares, subió innumerables montañas... En suma, pasó todo tipo de dificultades y sufrimientos buscando la felicidad. En muchas ocasiones creyó encontrarla; pero siempre era un espejismo. Cuando pensaba que la tenía, esta se le escaba de las manos. Hombre paciente, a pesar de los fracasos, nunca se desanimó y siguió buscando la felicidad.
Un día, al despertar, cayó en la cuenta de que tenía setenta y cinco años y aún estaba como al principio: buscando la felicidad. Entonces, con pesar, decidió renunciar a dicha búsqueda y regresar a su pueblo y familia. Mientras caminaba hacia sus orígenes, se sintió cansado y derrotado. Se preguntó entonces: “¿Mi vida y mi búsqueda de la felicidad han tenido sentido?”.
Cuando llegó al pueblo y según se acercaba a su casa, se iba sintiendo cada vez mejor. Abrió la puerta de su casa y: ¡Qué sorpresa! La felicidad estaba allí y siempre había estado esperándole. “¡Qué ignorante he sido!”, exclamó. “He ido a buscar lejos lo que siempre tuve tan cerca”.