¿Qué es para ti Pentecostés?

Publicado el 30/05/2023
Agustinos


Texto:  José Joaquín Ojea
Música:  Acousticguitar

¿Qué es para ti Pentecostés?

Buenos días.

Ahora que acabamos de vivir la solemnidad de Pentecostés, por la que hemos celebrado la venida del Espíritu Santo y el inicio de las actividades de la Iglesia, me pregunto qué es para mí Pentecostés.

Podría citar a San Juan de la Cruz: “Este Cauterio, como habemos dicho, es aquí el Espíritu Santo, porque, como dice Moisés en el Deuteronomio (4, 24): nuestro Señor es fuego consumidor, es a saber, fuego de amor; el cual, como sea de infinita fuerza, inestimablemente puede consumir y transformar en sí el alma que tocare. Pero a cada una la abrasa y absorbe como la halla dispuesta: a una más, y a otra menos y esto cuanto él quiere y cómo y cuando quiere. Y como él sea infinito fuego de amor, cuando él quiere tocar al alma algo apretadamente, es el ardor de ella en tan sumo grado de amor que le parece a ella que está ardiendo sobre todos los ardores del mundo. […] Y, por cuanto este divino fuego, en este caso, tiene transformada toda el alma en sí, no solamente siente Cauterio, mas toda ella está hecha Cauterio de vehemente fuego".  (LI B 2, 2, San Juan de la Cruz.)

Podría recoger lo que Lucas describió en Hechos 2: “De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;  quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”

Podría transcribir lo que nuestro padre San Agustín escribió: “La venida del Espíritu Santo en Pentecostés ha revestido de solemnidad para nosotros este día; es el quincuagésimo después de la resurrección, número que proviene de multiplicar los días de la semana por siete. Si contáis las siete semanas, hallaréis sólo cuarenta y nueve días, pero se añade la unidad para intimar la unidad. ¿En qué consistió la venida misma del Espíritu Santo? ¿Qué obró? ¿Cómo mostró su presencia? ¿De qué se sirvió para manifestarla? Todos hablaron en las lenguas de todos los pueblos. Estaban reunidos en un lugar ciento veinte personas, número sagrado que resulta de multiplicar por diez el número de los apóstoles. ¿Cómo sucedió, pues? ¿Cada uno de aquellos sobre los que vino el Espíritu Santo hablaba una de las lenguas, unos una y otros otra, como repartiendo entre ellos las de todos los pueblos? La realidad fue distinta: cada hombre, un solo hombre, hablaba las lenguas de todos los pueblos. Un solo hombre hablaba las de todos los pueblos: he aquí simbolizada la unidad de la Iglesia en los idiomas de todas las naciones. También aquí se nos intima la unidad de la Iglesia católica difusa por todo el orbe.

Por tanto, quien tiene el Espíritu Santo está dentro de la Iglesia que habla las lenguas de todos. Quienquiera que se halle fuera de ella, carece del Espíritu Santo. El Espíritu Santo se dignó manifestarse en Pentecostés en las lenguas de todos los pueblos para que el que se mantiene en la unidad de la Iglesia, que habla en todos los idiomas, comprenda que posee el Espíritu.” (Sermón 268, festividad de Pentecostés)

Pero para mí Pentecostés se resume en esta línea de Hechos “El Espíritu Santo y nosotros mismos, hemos decidido...” (Hch 15, 28). Para mí, es hacer presente en mi vida, de manera fehaciente, la acción del Espíritu Santo, dejar guiarme por él en mi día… ¿cuántas veces puedo decir que el Espíritu Santo y yo hemos decidido…?.

Y para ti, ¿qué es Pentecostés?