vida digna y bienaventuranza

Publicado el 19/06/2023
Agustinos


Texto:  Aurora Sanz
Música: Acousticguitar

Frente a todo lo que deshumaniza

Buenos días:

Hoy 19 de junio se celebra en Estados Unidos lo que allí llaman “Juneteenth”, o lo que es lo mismo, el fin de la esclavitud en dicho país. El nombre proviene de la fecha 19 de junio de 1865, cuando el general Gordon Granger anunció en Texas que todos los esclavos pasaban a ser libres por orden del presidente Abraham Lincoln.

La esclavitud fue una institución opresiva y deshumanizante que violó la dignidad y los derechos de millones de personas. En este caso los esclavos eran de ascendencia africana, pero a lo largo de la historia, ha habido muchos otros perfiles de pueblos esclavizados. No podemos olvidar a los israelitas, que fueron esclavos de los egipcios hasta que Moisés los liberó, como se cuenta en el libro del Éxodo en el Antiguo Testamento. O en el imperio romano, donde los esclavos se adquirían a través de conquistas militares y eran una parte muy importante de su economía como mano de obra.

La esclavitud es ampliamente condenada en la actualidad y se considera una violación de los derechos humanos fundamentales. A pesar de esta abolición generalizada, todavía existen formas modernas de esclavitud, como el trabajo forzado, la trata de personas y la explotación laboral (incluso en ocasiones de niños).

Muchos esclavos de las plantaciones del Sur de Estados Unidos rezaban en reuniones secretas, donde podían cantar, predicar y orar libremente, sin la vigilancia de sus amos. Ellos creían que Dios los escuchaba y los liberaría algún día, tal y como hizo en su día a los israelitas a través de Moisés.

El día de hoy es por tanto y sin duda un motivo de júbilo y acción de gracias ya que esta circunstancia ha cambiado hace apenas 200 años. También es un tiempo de compromiso con la obra del antirracismo, que busca eliminar las injusticias y las desigualdades que aún persisten en la sociedad.

Me gustaría por último relacionar todo lo anterior con las bienaventuranzas. Las bienaventuranzas nos invitan a vivir la vida centrada en el amor, la humildad, la compasión, la justicia y la búsqueda de la voluntad de Dios.  En especial destacaría las siguientes:

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.”

No hay que confundir pobreza con miseria. Los esclavos eran tan pobres que ni siquiera tenían derecho sobre su propia vida. Sus “dueños” no fueron conscientes de que cuando dejen este mundo, dejarán todas sus posesiones en él, incluidas todos aquellos derechos que pensaban tener sobre la vida de otros semejantes. Y lo único que de verdad irá con ellos en ese viaje serán las buenas obras que hayan llevado a cabo.

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.”
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.”

Todas aquellas personas que han sido tratadas sin la dignidad suficiente y como meras posesiones materiales, habrán llorado amargamente frente a tamaña injusticia y estarían deseosos de ser reconocidos como personas dignas y libres, como Hijos de Dios y no como pertenencias de aquellos otros que injustamente se proclamaron como sus dueños.

Serán bienaventurados, sin duda alguna.

En todo caso, es nuestra obligación de cristianos intentar traer el Reino de Dios a nuestra vida cotidiana. Podemos rezar por todas aquellas personas que a día de hoy no son tratadas con los mínimos derechos humanos, por todas aquellas personas que abusan del prójimo para que puedan ver la luz y dejar de tener dichos comportamientos y por último podemos colaborar con nuestro tiempo y /o dinero con aquellas organizaciones que luchan porque todos tengamos una vida digna.

¡Seamos todos bienaventurados!