Texto:  P. Santiago Alcalde Arriba, OSA

Música: Claro de luna (Beethoven) - Richard Clayderman

LA FE Y EL AMOR

El Cristo que ayudó en un accidente.

¿Cuál es más importante el pie derecho o el izquierdo? ¿Cuál es más importante la fe o el amor? Los dos pies, las dos virtudes cristianas son igualmente importantes. Si a quien le falta un pie, camina mal; al que le falta una de estas dos virtudes, a las que se añade la de la esperanza, no es cristiano.

En el centro de la ciudad había una iglesia grande, de ladrillo rojo, con ventanales de colores y una alta torre con un reloj que daba las horas. En la torre se encendía una luz intermitente para que los aviones no chocaran contra ella. Dentro del templo, en la pared del altar mayor, estaba colgado un Cristo de dolor contenido y expresión serena. Fuera del templo, por las calles cercanas al mismo, caminaban los peatones y circulaban los coches, sobre todo por una gran avenida, donde alcanzaban gran velocidad.

Un día, al lado mismo de la iglesia, dos vehículos chocaron con fuerza. Tras escuchar el golpe, los curiosos se acercaron a observar; pero ninguno hacía nada fuera de mirar y comentar. Cuentan las personas, que al ver esto el Cristo del altar mayor, y ante el asombro de dos viejecitas que estaban en ese momento en el templo, se desclavó, bajó de la cruz, salió del templo y se acercó a los accidentados. Los mirones no entendían cómo un hombre casi desnudo y con una corona de espinas en la cabeza, detuvo la hemorragia de uno de los accidentados, reanimó a otro con el boca a boca; y luego acercándose a la cabina telefónica que allí había, llamó a la ambulancia.

Pasado el primer estupor, quienes lo reconocieron comenzaron a gritar: “¡Milagro! ¡Milagro!”; pero Jesús volviéndose a ellos les dijo: “El único milagro es el del amor”.

Dicen que, desde ese día, las personas que vivían en ese barrio aprendieron a ser más solidarias.

Recordarás que Jesús claramente nos dijo: “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. En esto todos conocerán que sois mis discípulos” (Jn 15,12.35).

BUENOS DÍAS