Texto:  Curri Ruiz

Música: Claro de luna (Beethoven) - Richard Clayderman

¿SONREÍR?

¡Buenos días!

Yo siempre sonrío, aunque llore por dentro. Aunque esté triste. Aunque tenga un mal día…

Me cruzo con alguien que conozco y sonrío. No lo puedo evitar.

La gente, por eso, debe pensar que no tengo problemas o que me da todo igual o que soy boba. A saber…

Pero no es ninguna de esas cosas.

Tengo problemas como todo el mundo, bueno, los míos son problemas pequeños (aunque a veces a mí me parezcan muy grandes).

Yo creo que soy una niña mimada de Dios. Todo va bien. Con cosas mejorables, claro, pero, en general, tengo una vida maravillosa.

Quiero mucho a muchas personas y a mí también me quieren mucho muchas personas. No se puede pedir más.

No me da todo igual en absoluto. De hecho, me considero una persona sensible que empatiza con los demás. Me afectan mis cosas y las tuyas también.

Y si crees que te puedo ayudar en algo, dímelo y ahí estaré.

Todo me importa y mucho. Pero hay ciertas cosas que he aprendido, con los años y mucho esfuerzo, a relativizar…

Por ejemplo: ¿qué es más importante, que mis hijos sean buenas personas dispuestas a ayudar a los demás o que saquen un 10? Pues mire usted, prefiero que sean buenos. Con un 5 o un 6 me conformo. Por debajo de eso, me enfado, claro, porque ser bueno también es cumplir con tu obligación y aprobar es su obligación ahora, pero no es bueno que te quite la paz. (Sigo en esa lucha, claro).

Pero eso no es que no me importe nada, es que me importa lo importante.

Se entiende el ejemplo, ¿verdad? Pues con otras muchas cosas, igual…

¿Y soy boba? Pues quizá, no lo sé… ¿Comparado con quién? ¿Y qué significa ser boba? Desde luego, por sonreír no será… Desde luego no me considero de las perdonas más listas del planeta, pero tampoco creo que tenga nada que ver con sonreír…

El caso es que sonrío, y pienso seguir sonriendo. Y si piensas de mí alguna de las tres cosas que he dicho porque sonrío siempre, peor para ti.

Hoy es un buen día para sonreír, aunque no tenga el mejor de mis días. Y, además, la sonrisa es amabilidad y simpatía y muchas veces es contagiosa.

Sonríe, por favor, que siempre hay motivos para hacerlo. Y si alguien piensa que por sonreír no tienes problemas o no te importa nada o eres bobo, ¿qué? Pero ¿y si te devuelven la sonrisa?

¡Buenos días!