Hoy celebramos a San Benito de Nursia

Publicado el 11/07/2023
Agustinos


Texto: José Joaquín Ojea
Música: Amazing Grace

No desesperar de la misericordia de Dios

Buenos días, hoy celebramos a San Benito de Nursia, considerado como el gran padre del monaquismo occidental. La obra que nos ha legado es la que se conoce como Regla de San Benito, en la que se funden armónicamente las tradiciones del monacato occidental anterior (las de San Agustín) con las del oriental (las de San Antonio,  San Basilio el Grande). Hoy quiero traer un texto de su regla, que aunque los destinatarios eran los monjes creo que son válidas para todos nosotros. San Benito escribe que “Estos son los instrumentos del arte espiritual […]

Ante todo, «amar al Señor Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas», y además «al prójimo como a sí mismo». Y no matar. No cometer adulterio. No hurtar. No codiciar. No levantar falso testimonio, honrar a todos los hombres y «no hacer a otro lo que uno no desea para sí mismo».

Negarse sí mismo para seguir a Cristo. […]No darse a los placeres, amar el ayuno. Aliviar a los pobres, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, dar sepultura a los muertos, ayudar al atribulado, consolar al afligido.

Hacerse ajeno a la conducta del mundo, no anteponer nada al amor de Cristo. No consumar los impulsos de la ira ni guardar resentimiento alguno. No abrigar en el corazón doblez alguna, no dar paz fingida, no cejar en la caridad. […] decir la verdad con el corazón y con los labios.

No devolver mal por mal, no inferir injuria a otro e incluso sobrellevar con paciencia las que a uno mismo le hagan, amar a los enemigos, no maldecir a los que le maldicen, antes bien bendecirles; soportar la persecución por causa de la justicia.

No ser orgulloso, ni dado al vino, ni glotón, ni dormilón, ni perezoso, ni murmurador,  ni detractor.

Poner la esperanza en Dios […] Cuando sobrevengan al corazón los malos pensamientos, estrellarlos inmediatamente contra Cristo y descubrirlos al anciano espiritual. […] Escuchar con gusto las lecturas santas, postrarse con frecuencia para orar, confesar cada día a Dios en la oración con lágrimas y gemidos las culpas pasadas, y de esas mismas culpas corregirse en adelante.

No poner por obra los deseos de la carne, aborrecer la propia voluntad, […] Practicar con los hechos de cada día los preceptos del Señor; amar la castidad, no aborrecer a nadie, no tener celos, no obrar por envidia, no ser pendenciero, evitar toda altivez. […] Orar por los enemigos en el amor de Cristo, hacer las paces antes de acabar el día con quien se haya tenido alguna discordia.

Y jamás desesperar de la misericordia de Dios.”

Creo que resume la tradición cristiana de manera cristalina.

Adicionalmente, creo, que el Papa Francisco ha actualizado “hacer las paces antes de acabar el día con quien se haya tenido alguna discordia”, con motivo del encuentro con las familias en Chiapas, hablando sobre las familias afirmó que "hay que saber perdonarse […] es conveniente que una familia discuta y que vuele algún plato" de vez en cuando."El único consejo es que no termine el día sin hacer las paces", porque "si terminan el día en guerra van a amanecer ya en guerra fría y la guerra fría es muy peligrosa en la familia", debido a que "va socavando desde abajo las arrugas de la fidelidad conyugal".

Quiero resaltar esta frase ¡Jamás, jamás desesperar de la misericordia de Dios!, porque a pesar de nuestras debilidades, a pesar de todo, Dios es amor y está lleno de misericordia.