Santiago y cierra España

Publicado el 25/07/2023
Agustinos

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Texto: Clara de Mingo
Música: Acousticguitar

Encuentro

Siempre que me pongo a preparar la reflexión de esta sección, me gusta sentarme tranquilamente y leer dos cosas: el Evangelio del día, para que su luz me ilumine a la hora de ponerme a escribir y el santo o la celebración de ese día. Luego me pongo un poco a indagar sobre ellos, a leer textos o, en el caso de los santos, sus vidas, lo que hicieron por la Iglesia, etc.

Sin embargo, esta vez, al ver el día que tenía asignado en el calendario, simplemente sonreí y pensé: Señor, ya sé de qué vamos a hablar el 25 de julio. Y es que, a pesar de que de pocas fechas me acuerdo y el resto las apunto (lo que tienen las tecnologías, que flaco favor le hacen a la memoria), hoy es uno de los días marcados en rojo en los calendarios: 25 de julio, día de Santiago Apóstol.

Lo primero, para presentarle a los más jóvenes (y menos jóvenes despistadillos) a este gran Santo Patrón, me gustaría comentar brevemente su relación con España.

Hermano de Juan Evangelista, fue uno de los 4 pescadores (junto con Pedro, Andrés y su hermano Juan) que Jesús "reclutó" a las orillas del mar de Galilea con el objetivo de hacerles "pescadores de hombres". Según la tradición medieval, tras la crucifixión de Jesús, formó parte de la Iglesia primitiva de Jerusalén y se le asignó el noroeste de España.

Tras ser torturado y decapitado en uno de sus viajes a Jerusalén, sus discípulos trasladaron el cuerpo del apóstol Santiago en una barca hasta Galicia, y solicitaron tierras para sepultar a Santiago.

Ocho siglos más tarde, un ermitaño alertó al obispo de una potente estrella que observó en el monte Libredón (de ahí el nombre de Compostela, campus stellae, ‘Campo de la Estrella’). Allí, bajo la maleza, se encontró un altar con tres monumentos funerarios. Junto a uno de ellos, un letrero rezaba: «Aquí yace Santiago, hijo del Zebedeo y de Salomé».

Pronto se extendió la noticia de la existencia del sepulcro santo lo que llevó a numerosos peregrinos a realizar lo que conocemos como Camino de Santiago.

Durante la Reconquista, Santiago fue todo un símbolo que inspiró a las tropas cristianas ante las ofensas con el famoso: ¡Santiago y cierra España!

Hay un dicho popular de origen árabe, que dice que hay tres cosas que se deben hacer en la vida antes de morir: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Pues bien, yo sin duda incluiría el Camino de Santiago como la cuarta.

Por desgracia, aún no puedo recomendarlo por experiencia propia, pero en una sociedad tan crítica como la nuestra, en la que todo el mundo se queja, protesta y vive pendiente de mil estímulos, no conozco a nadie que haya vuelto desencantado o indiferente tras realizar al Camino.

Compañeros de la universidad, catecúmenos, compañeros de trabajo, vecinos, siempre hay alguien que conocemos y que, incluso siendo no creyentes, han visto el Camino de Santiago de una manera distinta, especial.

El otro día, hablando con un gran amigo mío que ha hecho el Camino de Santiago en varias ocasiones, y acaba de empezarlo otra vez desde Madrid, que qué tenía el Camino para querer hacerlo una y otra vez. Descríbemelo en una sola palabra le dije. ENCUENTRO, sin duda. Encuentro con uno mismo, con Dios, con personas de todo el mundo, con la magia del camino. Fue una experiencia de amor, de alegría, de confianza, de entrega, de amistad y de conocerse a uno mismo.

Por ello, para terminar, quería pedirles a todas aquellas personas que nos leen y que hayan participado en esta peregrinación, que comenten o definan su Camino en una palabra, para animar a los futuros peregrinos a vivir esta experiencia.

¡Feliz día de Santiago Apóstol!