Texto: Agustín Alcalde, OSA
Música: Bensoundcute
Camino olvidado
Siempre hay “caminos” y en muchos lugares y vidas, “caminos olvidados”. Sendas no recorridas, caminos desechados o perdidos. En el norte de la provincia de Palencia tenemos el “Camino olvidado a Santiago”. Recorre nuestra tierra a veces llana; pero también montañosa que con claridad ahora este camino ha sido marcado con letreros y señales. Hasta para los que nacimos en la “Montaña Palentina” nos ha parecido “olvidado” el camino a Santiago desde nuestra región.
Cuando “un amigo se va / queda un espacio vació / que nadie puede llenar / ni con las aguas de un río”, nos dice una canción. Hermoso lamento lleno de esperanza. ¿Un camino olvidado es un camino vacío? Creo que no. Puede ser olvidado, eso sí. Donde ahora estoy descansando, de vacaciones, aprovechamos todos los caminos de llanura o montaña; son espacios de diálogo, de descanso incluso, al recorrer nuevos espacios, tal vez mejores rutas gracias a ellos.
El recuerdo y señalización de este “camino olvidado a Santiago” habiendo sido para casi todos los que hemos nacido en esta tierra “olvidado”, es, al mismo tiempo, una riqueza hoy día que resurge como una mina, no de carbón, sino de reflexión. Parece resurgir del olvido cuando aparece como deporte o un medio bueno de salud y fe, regalo del espíritu, barato.
Aquí mismo, en mi descanso en mi tierra, seguimos usando los caminos de siempre para traer al recuerdo tiempos pasados tan queridos. Tal vez porque la vida es “camino siempre” y el “no olvidar” es la marca del cariño, esto es, del amor.
Por otra parte, este pueblo donde estoy y donde nací, Villaverde, tiene a San Santiago como segundo patrono y año a año sigue recordándonos, a todos, en su fiesta como él es el Apóstol del Abrazo y, en mi familia, mi padre y mi hermano tienen su nombre.
¡Cuánto ayuda a todos los peregrinos “el Camino”! y cuánto anima a todos el pensar siempre en la necesidad de seguir adelante, día a día, y caminar para no olvidar un final que todos tenemos de `descanso en Dios´, como lo vivió especialmente San Agustín.
BUENOS DÍAS.