Texto: Curri Ruiz
Música: Acousticguitar
Ojo con los juicios
Hoy os traigo una historia que leí hace tiempo y que a mí me viene bien recordar de vez en cuando. Aquí os la dejo por si os ayuda también:
Una mañana en casa, mientras tomaban café, una mujer vio a través de la ventana que una vecina colgaba las sábanas en el tendedero y dijo: – ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero! – ¿Quizás necesita un jabón nuevo?
El marido miraba y quedaba callado.
Cada dos días repetía el mismo discurso, mientras la vecina tendía su ropa al sol.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido: – Mira, por fin aprendió a lavar la ropa …
El marido le respondió: – Bueno, no es lo que piensas. Hoy me levanté más temprano y lavé los cristales de nuestra ventana.
Antes de juzgar a alguien, de dar tu opinión o de corregir (aunque no sea con mala intención) pregúntate si tienes toda la información necesaria, si sabes de lo que hablas, y si vas a aportar algo positivo.
A veces vemos defectos en los otros o cosas que hay que mejorar y el problema es que somos nosotros los que no ven con claridad. Quizá tenemos algún “cristal sucio”, no sé, prejuicios, envidia, rencor… vete a saber, que no nos permite ver con claridad lo que tenemos delante. Quizá la viga en tu ojo no te deja ver lo que tienes delante.
Nos encanta preocuparnos por lo que hacen o no hacen los demás, pero no nos preocupamos de lo que hacemos nosotros. De lo que hacemos o no hacemos, que, a veces, es peor lo que dejamos de hacer…
Limpiar nuestros “cristales” de vez en cuando, es muy recomendable y, al menos a mí, me cuesta mucho. Antes de eso has tenido que recapacitar si están sucios, qué tipo de suciedad tienen, porqué se han manchado tanto… Una vez limpio, todo se ve mejor…
Juzgar a los demás no es una buena idea. Nunca tienes información suficiente y tampoco puedes estar seguro de ser suficientemente objetivo. ¿No crees?
¡¡Buenos días!!