Acoge a los pobres

Publicado el 27/09/2023
Agustinos


Texto:  MAximiliano L. García
Música:  Acousticguitar

El valor de la caridad

Buenos días, hoy 27 de septiembre nos acercamos a ti, reflexionaremos sobre tu Palabra y recordaremos la figura de San Vicente de Paúl “El apóstol de los pobres”.

En el evangelio de hoy, nos llamas a proclamar el Reino de Dios, como le pediste a tus discípulos. Nos recuerdas que el amor es el fundamento de todas nuestras acciones y que, al actuar con compasión y generosidad hacia los demás, estamos cumpliendo tu voluntad. En un mundo a menudo marcado por la indiferencia y el egoísmo, estas palabras nos desafían a ser agentes de cambio y transformación.

Por eso también recordamos a San Vicente de Paúl, que dedicó su vida al servicio de los más necesitados. Él, con su inquebrantable fe y amor incondicional, nos enseñó el valor de la caridad y nos inspiró a dar testimonio de tu amor a través de nuestras acciones. Con su ejemplo comprendemos que cada persona que encontramos en nuestro camino es una oportunidad para mostrar tu amor y compasión.

Te pedimos, Señor, que nos concedas la gracia de ser sensibles a las necesidades de los demás y de estar dispuestos a extender una mano amiga cuando sea necesario. Ayúdanos a servir y ser generosos con aquellos que sufren, especialmente con los marginados y olvidados de nuestra sociedad. Permítenos ser tus instrumentos de paz y esperanza en un mundo que tanto lo necesita.

Concédenos sabiduría y humildad para discernir tu voluntad en nuestras vidas y para seguir los pasos de San Vicente de Paúl, imitando su amor desinteresado y su entrega total a los demás.

San Vicente de Paúl, te pedimos que ruegues por aquellos que sufren, por los enfermos, por los desamparados y por aquellos que se sienten solos o desesperanzados. Que tu ejemplo de caridad y amor inspire a muchos a unirse en la tarea de construir un mundo más justo y solidario.

Danos fuerzas para superar los desafíos que se presenten en nuestro camino y ayúdanos a mantener viva la llama de la fe en nuestros corazones. Que cada acción que realicemos esté impregnada de tu amor.

Amén.