La FE es nuestra fuerza

Publicado el 26/10/2023
Agustinos


Texto:  Maximiliano L. García Pelayo

Música: Claro de luna (Beethoven) - Richard Clayderman

La FE es nuestra fuerza

Buenos días; hoy 26 de octubre, me levanto con las noticias en la radio y una sigue repitiéndose y se lleva repitiendo desde el principio de los tiempos: la guerra. Ahora con el conflicto israelí, parece que Ucrania se ha quedado en segundo plano, pero además tenemos que recordar que en la actualidad existen 34 conflictos armados y 95 focos de tensión en el mundo. ¿Qué esperanza tenemos en el futuro?

Si me detengo a leer el Evangelio de hoy junto a un comentario del Papa Francisco a esta lectura, me vuelvo a llenar de esperanza.

Jesús dice a los discípulos: «¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división» (Lc 12, 51).  Parece confuso, pero el Papa Francisco nos da una clave para entenderlo y más en estos momentos tan duros de conflictos nacionales e internacionales. Dice que la fe no es una cosa decorativa, ornamental; vivir la fe no es decorar la vida con un poco de religión, como si fuese un pastel que se lo decora con nata. La fe comporta elegir a Dios como criterio- base de la vida.

Elegir a Jesús, a Dios, es elegir lo positivo, ES AMOR, y el amor es positivo. Los cristianos no podemos actuar como si no conociéramos a Dios, como si fuera algo vacío; Dios tiene un rostro concreto: Dios es misericordia, fidelidad, vida que se da a todos nosotros. Por eso Jesús dice: “He venido a traer división”; no porque quiera dividir a los seres humanos, al contrario, elegir a Jesús es elegir nuestra paz, nuestra reconciliación y supone rechazar, dejar la guerra, la violencia, la incomprensión.

El Papa nos dice: La verdadera fortaleza del cristiano radica en la fuerza de la verdad y del amor, que implica renunciar a toda violencia. ¡Fe y violencia son incompatibles! En cambio, la fe y la fortaleza van de la mano. El cristiano no es violento, pero es fuerte. ¿Con qué fortaleza? Con la fortaleza de la mansedumbre, la fuerza del amor.

Que todos nosotros seamos fuertes y seamos capaces de utilizar la fe y el amor en nuestras vidas, para buscar CONTIGO la paz en nuestro mundo, en nuestra vida, en nuestro día a día.

Amén.

¡Muy buenos días!