Todo amor procede de Dios

Publicado el 23/10/2023
Agustinos

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Texto:  Santiago Alcalde, OSA
Música: Bensoundcute

Una leyenda antigua y moderna

La mejor definición que se ha dado de Dios la encontramos en la 1ª carta de san Juan: “Dios es amor” (1 Jn 4,8). Y esta misma carta nos dice: “Y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él” (v. 16)

            Cuenta una leyenda muy antigua que a las personas, desde que nacían, se les repetía con frecuencia: “No olvides que todo amor proviene de Dios”. Esta verdad, según fue pasando el tiempo, los hombres y mujeres la ignoraron. Ellos veían que podían amar sin preocuparse de Dios. Los jóvenes se enamoraban. Los novios y esposos se querían y casaban. Los padres amaban a sus hijos y éstos a sus padres. La amistad seguía cultivándose en la tierra y había amigos fieles y leales. Algo similar ocurría con los vecinos, compañeros de estudios, de trabajo, de ideales y luchas… Entre ellos, todos eran muy solidarios.

            A la vista de esta realidad, los hombres y mujeres le pidieron a Dios que retirara su amor de la tierra. No la necesitaban. Podían amar, como de hecho hacían, por sí mismos, Todos tenían deseos y capacidad para amar sin la ayuda del Señor. Entonces Dios, haciendo caso de este pedido, retiró su amor.

Durante un tiempo todo continuó más o menos igual. Las personas se enamoraban, se casaban, tenían hijos… Los amigos y compañeros se querían y apreciaban… Pero poco a poco, sin que se dieran cuenta, cada persona empezó a buscar su realización personal afectiva y no la felicidad del otro. Hasta el encuentro de las parejas se fue convirtiendo en una coincidencia y satisfacción de dos egoísmos. En cada persona existía el deseo y la capacidad de amar; pero no se sabía cómo hacerlo. En la tierra el amor se convirtió en una caricatura de lo que había sido.

            Pienso que esta leyenda tan antigua, quizá sea muy moderna. De niños esta verdad: “Dios es amor y todo procede de él”, la aceptamos; pero al llegar a la juventud la cuestionamos y el resto de la vida la ignoramos. Así nos van las cosas.