Lista para una vida "santificable"

Publicado el 31/10/2023
Agustinos


Texto:  Quique Infante
Música: Acousticguitar

Lista para una vida "santificable"

Mañana es el día de todos los Santos. De todas aquellas personas que, estando en el Cielo, no tienen el reconocimiento de la Iglesia porque no han pasado por el proceso de beatificación y canonización. Sin embargo, aunque no tengan peana en la Tierra, están en la compañía de Dios para toda la eternidad.

Hasta hace relativamente poco cuando pensábamos en santos nos venían a la cabeza dos tipos: los mártires y las personas de vida consagrada. Sin embargo, lo cierto es que todos estamos llamados a la santidad. No hace falta pertenecer a ninguno de las dos tipologías anteriormente nombradas para ganarse el Cielo. 

Todos nosotros, viviendo de manera “santificable” nuestra vida y nuestro trabajo diario podemos ser santos. Será difícil que nos canonicen y nos pongan en una peana, pero llegaremos al Cielo, que es el objetivo. 

Y como somos muy de hacer listas para todo, ¿qué tal si hacemos una cortita y fácil de recordar? Puedes repasarla cada mañana como propósito y cada noche como examen. 

  1. Reza: Dedica tiempo diariamente a la oración. Establece una comunicación continua y directa con Dios.  Pídele ayuda, dale las gracias por todo lo bueno que te pase, dile que le quieres y que aceptas su voluntad.
  2. Que se te note que eres cristiano: No por lo que digas, sino por lo que los demás vean en ti. Por cómo vives de manera cotidiana las virtudes humanas propias de un seguidor de Cristo: caridad, paciencia, humildad, generosidad y trato a los demás.
  3. Ayuda: Busca oportunidades para ayudar y apoyar a alguien que lo necesite. Ojo, algunos están muy cerca. 
  4. Ofrece tu trabajo: Cualquiera que sea tu profesión, es un medio estupendo para ofrecérselo a Dios. Por cierto, no se te ocurriría ofrecerle a Dios una chapuza, ¿verdad?
  5. Participa en los sacramentos: No te olvides de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la confesión. Son dos regalos que nos ha dejado Cristo y no podemos desaprovecharlos.

Y un consejo extra: 
Sonríe: Porque, como le escuché un día a nuestro Papa Francisco “Un cristiano triste es un triste cristiano”. ¿Cómo podemos vivir cabizbajos si sabemos que somos hijos de Dios y que el premio a nuestra vida será conocerle y pasar junto a Él toda la eternidad? 

¡Buenos días!