Texto: Pilar Garrido Tomé
Música: Claro de luna (Beethoven) - Richard Clayderman
Fieles difuntos
¡Buenos días!
Justo hoy hace un mes que mi madre nos dejó; y justo hoy, que se conmemora la festividad de los fieles difuntos, he tenido la suerte de que me toque escribir los buenos días sobre algo que me ha tocado de cerca hace tan poco… Tras la pena de la separación, que duele y mucho, los cristianos vivimos la alegría de la resurrección. Hace un tiempo, un amigo que había perdido a su padre me decía, la suerte de tener fe, saber que, aunque la separación es dura, por pensar que no vas a volver a ver a la persona que se va, nunca más, tenemos la gran esperanza de creer en la Vida Eterna y que gozaremos todos juntos de ella, cuando el Señor nos llame junto a Él.
El Evangelio de san Juan, a propósito del día de hoy, nos habla de que la voluntad de Dios es resucitarnos a todos, que nos vigila para que no nos perdamos y así lleguemos a conseguir el gran regalo que es que tengamos vida eterna.
Hoy nos toca rezar por todos los que nos dejaron, los que están en camino hacia un lugar mejor, todos los que fueron fieles a Su palabra, los que intentaron cumplir de la mejor manera que sabían el Evangelio.
Los demás, debemos pensar que tenemos que trabajar el camino desde la tierra hacia la vida eterna, y que lo tenemos cerca, trabajando cada día el amor y demostrar ese amor en vida a los que están aún con nosotros. Solo así nos mereceremos esa vida eterna. Nada se gana sin esfuerzo, pero saber que los sacrificios tendrán recompensa en el otro mundo es gratificante, y nos anima a seguir cada día hasta que Dios nos llame.
Sigamos recordando cada día con cariño y con su ejemplo a todos los que pasaron por nuestra vida sembrando amor. Y agradeciendo y felicitándonos porque nos enseñaron a conocer a Jesús y su Palabra.
¡Buenos días!