Confirmación

Publicado el 11/12/2023
Agustinos


Texto:  Aurora Sanz
Música:  Bensound cute

Acompañar con Fe

 

Buenos días,

 Hoy me gustaría hablar de los sacramentos, en concreto de la Confirmación, continuidad del Bautismo y que juntamente con la Eucaristía, forman un único evento salvífico, que se llama iniciación cristiana. En los orígenes estos tres sacramentos se celebraban en un único momento, al término del camino catecumenal, normalmente en la Vigilia pascual. 

 A través del óleo llamado «sagrado Crisma» somos conformados, con el poder del Espíritu, a Jesucristo. El término «Confirmación» nos recuerda que este sacramento aporta un crecimiento de la gracia bautismal: nos une más firmemente a Cristo; conduce a su realización nuestro vínculo con la Iglesia; nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe, para confesar el nombre de Cristo y para no avergonzarnos nunca de su cruz. Nos da la fuerza para seguir adelante y los siete dones: Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.  ¡Casi nada! Sin duda es un regalo maravilloso.

 El motivo por el que hoy he decidido hablar de este tema en un lunes de Adviento es que hace pocos días mi hija mayor ha recibido este sacramento.  Normalmente se presta mucha más atención a sacramentos como el Bautismo, la Primera Comunión y el matrimonio, que llevan aparejados una parte festiva más familiar y social, que en ocasiones llegar a eclipsar a la propia ceremonia religiosa. Sin embargo, he de decir que en nuestra familia hemos vivido esta reciente celebración con mucha Fe, emoción e ilusión, probablemente favorecido en parte por la ausencia de interferencias que a veces llevan aparejados los preparativos de las celebraciones complementarias de otros sacramentos. 

 Es emocionante ver el camino que van recorriendo los hijos como miembros de la Iglesia, su crecimiento y madurez, con sus dudas, idas y venidas incluidas. Es una suerte acompañarlos, verlos crecer en la Fe y guiarles. Aunque no nos engañemos en muchas ocasiones nuestra Fe también crece gracias a ellos y se convierten en maestros a la vez. Seguiremos avanzando unidos, con la tranquilidad de que incluso el día en que los padres no podamos seguir a su lado, el Espíritu Santo seguirá con ellos.

 Os deseo a todos una buena semana.